A pesar de que se presente como un derecho esencial en tiempos de coronavirus, el aborto no es ley en ArgentinaEl aborto en los casos en los que está despenalizado en la Argentina es considerado una práctica esencial, y puede solicitarse y practicarse aún en tiempos de cuarentena.
Según expresó el coordinador del Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia del Ministerio de Salud, Juan Carlos Escobar, durante la pandemia de coronavirus, el acceso a métodos anticonceptivos y la interrupción legal del embarazo “son considerados servicios esenciales”, y están exceptuados de las restricciones de la cuarentena obligatoria dispuesta en la Argentina. El funcionario citó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para fundamentar la liberación de la interrupción voluntaria del embarazo en tiempos de pandemia.
El anuncio del gobierno argentino, expresado en un reporte diario del Ministerio de Salud, se da días después de que en Europa organizaciones como Amnistía Internacional exigieran a los gobiernos de ese país garantizar el acceso sin riesgos al aborto durante la pandemia.
La interrupción legal del embarazo refiere a la práctica protocolizada por el Ministerio de Salud a instancias de un fallo de la Corte Suprema para proveer el aborto en casos de embarazo producido por violación o cuando haya riesgo para la salud de la madre, entendiendo salud como “completo estado de bienestar físico, psíquico y social, y no solamente la ausencia de enfermedades o afecciones”.
La OMS también puede equivocarse
Pese a la mención del funcionario, no es sencillo encontrar en el sitio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la referencia a la esencialidad de la práctica del aborto en contexto de restricciones de actividades. No hay referencia a ella en las preguntas y respuestas sobre planificación familiar en la página (publicada el 6 de abril, acceso el 14 de abril). Como advirtió el sitio Colombia Check, la única referencia explícita es una línea en el documento Clinical management of severe acute respiratory infection (SARI) when COVID-19 disease is suspected, del 13 de marzo.
Muchas cosas pueden pasar en un mes. De hecho, la propia OMS decía a mediados de enero que no había evidencia de contagio de coronavirus entre humanos, afirmación que a los pocos días superó.
El proyecto de ley que no fue
La misma semana que el aborto iba a ser presentado como proyecto de ley en la Argentina, anunciado por el propio presidente, el Gobierno debió abocarse por entero a la contención de la pandemia. La última discusión parlamentaria sobre una ley de aborto libre, la única dada en el recinto de las cámaras, se dio en 2018, y concluyó con el rechazo a la legalización del aborto en el Senado argentino.
Pero el 2 de marzo, al iniciar el año parlamentario, el presidente Alberto Fernández anunció que junto con un programa de apoyo denominado 1000 días, para los primeros mil días durante el embarazo y hasta los dos años, propondría al Congreso una ley de legalización del aborto. Algunos grupos promotores del aborto preveían una discusión y sanción rápida, con el impulso del ministro de Salud, ya que la gran discusión se había dado dos años atrás. Pero sobrevino la pandemia y el aislamiento obligatorio como medida preventiva.
El domingo 8 de marzo la Iglesia se había reunido en Luján para rezar por las mujeres y los niños por nacer. Esa semana todo comenzó a cambiar. El 15 de marzo comenzaron a oficializarse las restricciones. Y el proyecto no se presentó.
Por más que se presente como un derecho esencial en tiempos de pandemia, el aborto no es ley en la Argentina.
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