“Una bomba de tiempo”. Es tal vez una manera rápida de describir lo que podría generar la expansión de la pandemia del coronavirus (Covid-19) en lugares donde impera la pobreza, la falta de salubridad, precariedad en los servicios de salud y hasta grandes problemas con el agua potable.
Es así que la pesadilla, o la “bomba”, empezó a estallar en uno de los sitios más famosos de América Latina en cuanto a la vulnerabilidad. Y sucedió través de la confirmación este sábado 21 de marzo del primer caso de coronavirus en Ciudad de Dios, la favela (asentamientos en Brasil) de Río de Janeiro que mereció hasta una película en 2002 bajo la dirección de Fernando Meirelles.
Es que la presencia de Covid-19 en Ciudad de Dios y su expansión por las favelas de Río de Janeiro genera una verdadera alarma en cuanto a los efectos que podría tener una pandemia entre los más pobres.
Efectivamente, lo que parece cierto es que el Covid-19 también empezó a abrazar de manera virulenta a los pobres del continente. Recientemente con la confirmación de Haití. Ahora con la llegada a las favelas, el hogar de 1.5 millones de habitantes en Río de Janeiro.
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“La ironía es que la enfermedad fue traída por los ricos a Brasil, pero va a explotar entre los pobres”, expresó Paulo Buss, director de la unidad de relaciones internacionales de Fiocruz (centro de investigación en salud pública), reproducen agencias como AFP.
Es precisamente la gran preocupación a esta hora (el nuevo virus entró a Río -lugar de gran atractivo turístico- a través de viajeros procedentes de viajeros de países afectados). Pues hablar de favelas es precisamente sinónimo de hacinamiento, ausencia de distancia social, inconvenientes con recursos indispensables como agua potable, además de un largo listado que podría continuar en cuanto a informalidad laboral y decadencia en cuanto a respuestas de salud.
Un verdadero cóctel que llena de pánico a cualquier observador, pero más que nada a quienes tendrán que hacerle frente en carne propia a la pandemia.
Brasil vs coronavirus
Es el primer país latinoamericano donde se confirmó la llegada del Covid-19 el pasado 26 de febrero, Miércoles de Ceniza. Desde ese momento, los casos han ido creciendo de manera significativa y al día de hoy las muertes llegaban a 25 y los contagios a más de 1.400, siendo el país más golpeado del continente.
Ahora, con este nuevo escenario, todo parece indicar que la situación seguirá generando dolor y hará endurecer las medidas (cierres fronterizos, confinamientos, etcétera) en un país que al principio observaba esto como una simple “gripecita”, algo que ha desatado opiniones cruzadas entre gobernadores y autoridades nacionales.
Mientras tanto, vale la pena recordar una vez más esta imagen, la del Cristo Redentor de Río de Janeiro que bendice y abraza a los enfermos tanto en Brasil –y de manera especial a quienes viven en estas favelas- como en el mundo entero.
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