Considerado un lugar de culto emblemático del protestantismo, la catedral de Saint-Pierre en Ginebra acogerá por primera vez desde la Reforma calvinista una misa católica. El evento corona un verdadero acercamiento ecuménico entre las comunidades cristianas de la ciudad.Hoy se celebra, por primera vez desde 1535, una misa católica en la catedral de Saint-Pierre en Ginebra. Esta magnífica catedral, templo protestante durante cinco siglos, dará la bienvenida a la comunidad católica de Ginebra, y será signo de unidad espiritual entre las dos comunidades.
Audacia impensable
No es un acontecimiento cualquiera. En el origen del proyecto, una conversación entre el sacerdote católico Pascal Desthieux, vicario del cantón de Ginebra, y uno de sus amigos pastores pastores sobre la misa que se celebra cada año desde hace quince años en la catedral protestante de Lausana.
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Para el sacerdote católico, la perspectiva de una misa similar en Ginebra era “magnífica”, pero muy improbable. Pero gracias a la audacia de su amigo pastor y de sus colegas, lo impensable se hará realidad.
Desde el siglo XVI, Ginebra ha reclamado ferozmente la pertenencia de la Catedral de Saint-Pierre a la Iglesia Protestante. La noticia “impactante” de una misa católica en la catedral despertó un poco de emoción. ¿Se cuestiona el lugar de culto emblemático del protestantismo en la ciudad de Calvino?
Impulso ecuménico
Durante sesenta años, sin embargo, católicos y protestantes se han unido. Forman una corriente ecuménica viva, que ha crecido constantemente desde el Vaticano II. Lo atestigua la cálida y delicada bienvenida dada al Papa Francisco por todas las comunidades cristianas en junio de 2019, y el mensaje del Santo Padre al Consejo Mundial de Iglesias durante este viaje apostólico.
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La misa del 29 de febrero resuena como un eco de la visita papal. Corona el impulso ecuménico que ha animado a pastores, sacerdotes y agentes pastorales laicos en los diversos campos de la vida social y pastoral en Ginebra durante décadas.
Por lo tanto, es por invitación de sus hermanos protestantes que tiene lugar esta primera misa desde 1536. El padre Desthieux expresó su gratitud en varias ocasiones en los medios de comunicación francófonos y dentro de la comunidad protestante, especialmente durante la semana por la unidad de los cristianos.
La iniciativa provocó una nueva y profunda oleada de solidaridad entre católicos y protestantes, hasta el punto de que la misa en la catedral celebra el comienzo de la Cuaresma para las dos comunidades, con la imposición de cenizas a todos los participantes.