En la Iglesia, los ancianos han sido a veces un poco olvidados, considerados casi como una carga, sin embargo “deben ser co-protagonistas, en virtud de la gran experiencia que tienen, gracias a sus muchos años de vida”. Hemos organizado este seminario precisamente “para asomarnos al mundo y ver exactamente lo que está sucediendo en la Iglesia”.
Con estas palabras, el cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, explicó a Vatican News la importancia y los objetivos del primer Congreso internacional de pastoral de los ancianos, cuyo título es “La riqueza de los años”, que se celebrará en Roma del 29 al 31 de enero, en el Centro Congresos Augustinianum de Roma.
Precisamente, este martes 28 de enero de 2020, ha tenido lugar un encuentro con la prensa en la Sede de la Oficina de Prensa de la Santa Sede para ilustrar detalles del programa del Congreso Internacional que reunirá a 550 participantes de 60 países alrededor del tema de la ‘pastoral para la tercera edad’.
El objetivo de la Iglesia es que los ancianos tengan un mayor protagonismo en la sociedad y en la evangelización, comenzando por construir esa cultura de la escucha de sus voces dentro de las parroquias. Valorar la experiencia que tienen los ancianos, especialmente de los abuelos, reafirmar su papel de educadores y transmisores de la fe respecto a las nuevas generaciones.
Frente a la prolongación de la vida media y al envejecimiento de la población, el Papa Francisco ha afirmado que, “también la espiritualidad cristiana ha sido tomada un poco por sorpresa” y desea una renovada reflexión eclesial sobre la que ha definido “la bendición de una larga vida”. A los adultos mayores el Papa les ha pedido ser protagonistas y de “no tirar los remos en la barca” porque “a la vejez debemos reinventarla”.