Además de santos aclamados popularmente, hubo también algunas “reacciones de furia”La década de 2010-2019 ha sido pródiga en nuevas canonizaciones y beatificaciones, muchas de ellas de grandes proporciones históricas, como las de san Juan XXIII, san Juan Pablo II, santa Teresa de Calcuta y los pastorcitos de Fátima san Francisco y Santa Jacinta Marto, sin hablar de san Oscar Romero para el continente latinoamericano.
Pero tubo también algunas reacciones de fuertes protestas desde fuera de la Iglesia, por motivos ideológicos y políticos, como en los casos de los mártires del Imperio Otomano y de san Junípero Serra, calumniado como supuesto verdugo de los pueblos indígenas de los Estados Unidos.
Mártires del nazismo
En 2011, el Papa Benedicto XVI beatificó, en junio, a los padres Johannes Prassek, Hermann Lange y Eduard Müller, martirizados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943.
Grupos anticatólicos relegan sistemáticamente a segundo plano los hechos de la Iglesia que, desde la década de 1930, demuestran claramente la oposición católica al horror nazi. Además de negar activamente la inestimable ayuda que el papa Pío XII prestó a los judíos durante la persecución genocida a la que fueron sometidos por el régimen de Hitler, los grupos difusores de ideologías contrarias a la Iglesia omiten regularmente los hechos históricos que muestran que la propia Iglesia fue víctima de los nazis.
De hecho, entre los mártires de Auschwitz y otros campos de concentración y exterminio, hay santos de la importancia de san Maximiliano Kolbe y santa Teresa Benedicta de la Cruz, nombre adoptado por la judía convertida al catolicismo Edith Stein.
Mártires del Imperio Otomano
El 12 de mayo de 2013, el Papa Francisco canonizó a san Antonio Primaldo y 800 compañeros mártires, asesinados por los invasores musulmanes que atacaron la ciudad italiana de Otranto, en Apulia, el 29 de julio de 1480.
El 12 de abril de 2015, el Papa también proclamó a san Gregorio de Narek, el “san Agustín de los Armenios”, como doctor de la Iglesia, durante una Santa Misa en memoria de todas las víctimas del genocidio armenio perpetrado por el mismo Imperio Otomano en 1915.
El gobierno de la moderna Turquía, refundada a partir de lo que quedó del Imperio Otomano tras la Primera Guerra Mundial, no admite la misma existencia del genocidio.
Santo misionero calumniado
También en 2015, el día 23 de septiembre, Francisco canonizó en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, en Washington, fray Junípero Serra, considerado el Padre de California, pero, al mismo tiempo, calumniado mediáticamente como verdugo de los pueblos indígenas del Oeste norteamericano. Su tumba incluso ha sido vandalizada.
Grandes aclamaciones populares
El 27 de abril de 2014, el Papa Francisco declaró santos a los Papas Juan Pablo II y Juan XXIII, concelebrando con más de 1000 sacerdotes, incluyendo cardenales y obispos, en presencia de 800.000 peregrinos en la Plaza de San Pedro.
El 4 de septiembre de 2016, otra de las más queridas e influyentes personalidades católicas de todos los tiempos fue proclamada santa por el Papa Francisco: la Madre Teresa de Calcuta.
El 13 de mayo de 2017, en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima en Portugal, se celebró la canonización de los hermanos Francisco y Jacinta Marto, que, en 1917, junto con su prima Lucía, fallecida muchos años después de ellos, presenciaron las apariciones de Nuestra Señora.
El 14 de octubre de 2018, el Papa Pablo VI y el obispo Oscar Romero, junto con otros cinco beatos, fueron canonizados en el Vaticano en una celebración de gran impacto en la piedad popular, especialmente para los pueblos centroamericanos.
El 13 de octubre de 2019, también en el Vaticano, el Papa Francisco canonizó a la primera santa nacida en suelo brasileño: al aclamada Santa Dulce de los Pobres, cuya gran obra de caridad cristiana en Bahia le fue reconocida incluso en vida. En la misma celebración, fue canonizado otro santo muy significativo para el mundo anglosajón, John Henry Newman.