Me acerco turbado al belén, ¿por qué no sonrío más en medio de mis noches? Es lo que deseo, estar alegre...
Me detengo a mirar con calma las figuras de mi nacimiento. Son los protagonistas de mi Belén. No quiero mucho adorno. No necesito nada superfluo.
Quiero quedarme sólo con aquellos que estaban en Belén ese día. Cada uno tiene su lugar. Yo el mío en mi vida, en sus vidas. Soy uno de esos que camina hacia Belén en este Adviento, siguiendo sus huellas. Uno más, otro año más.
No quiero que se me escape el tiempo. Quiero aprender a ser como esos personajes de entonces. Adoptar sus actitudes. Adentrarme en su misterio. Quiero estar despierto y atento.
Me fijo en los pastores. Hay un pastor con una oveja que siempre toca mi alma. Un pastor cuidando su oveja. Un pastor que quiere acercarse al niño que es el pastor que nace. Quiere arrodillarse ante María, la divina pastora.
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