La buena educación se aprecia en los pequeños detalles.
La cortesía es el arte de agradar y contribuir a la felicidad de los demás. Una buena educación se materializa en buenas obras que interiormente fortalecen la voluntad y nos anima a perseguir ideales más altos. Para ponerla en práctica necesitamos ser formales en los pequeños detalles de la vida diaria. Veamos estas actitudes en la siguiente galería