Tras el nuevo escándalo económico en el Vaticano se difunden carteles con los implicados
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
La policía del Vaticano allanó el martes pasado las oficinas de la Secretaría de Estado de la Santa Sede y su Autoridad de Información Financiera (AIF) incautó documentos y dispositivos electrónicos, informó en un comunicado la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Lo ocurrido es inusual porque la Secretaría de Estado es el centro neurálgico del gobierno y de la diplomacia en el Vaticano, y el AIF es el ente que controla los aspectos financieros de todos los departamentos y sectores al interior de los muros leoninos; facultada para combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
El Vaticano no ha dado mayores detalles y se limitó a informar sobre la operación que fue producto de las quejas presentadas en el verano por el banco del Vaticano (IOR) y la Oficina del Auditor General, las cuales estaban relacionadas con “operaciones financieras realizadas en el transcurso del tiempo”.
Además, destacó el comunicado que la operación fue “autorizada por decreto del Promotor de Justicia del Tribunal, Gian Piero Milano y del Adjunto, Alessandro Diddi, y de la que estaban debidamente informados los Superiores”.
La prensa italiana, en especial la revista L’Espresso, especula que se trata de una investigación sobre “transacciones de bienes raíces” que llegan hasta ventas indebidas de inmuebles en Londres.
Pero el punto más humano, lo presentó Il Sismografo, blog relacionado con el Vaticano, que se pregunta si alguien informó al papa Francisco de que la gendarmería imprimiría una circular-acusadora dentro del territorio del Vaticano con los nombres y las fotos de las personas implicadas.
“Una condena sumaria”, un hecho, “ofensivo y poco cristiano”, señaló el director del mencionado blog, Luis Badilla, al referirse a la foto publicada por L’Espresso con una “disposición de servicio” de la policía vaticana, con la marca del gobernatorato – dirección de los servicios de seguridad y protección civil del cuerpo de la gendarmería – en la que se comunica la suspensión del servicio de las cinco personas.
En la circular, casi al estilo del viejo Far-west (“se busca”), los implicados pueden entrar al territorio del Vaticano, “exclusivamente” para ir a la dirección de Sanidad e Higiene y los servicios que se derivan, pero siembre bajo la autorización de la justicia vaticana. La circular alerta lleva las fotos de un monseñor y cuatro laicos, incluida una mujer.
Esta circular inusual también lleva la firma del Comandante, Domenico Giani, un ex oficial de la Guardia de Finanzas de Italia, que se distribuyó ampliamente dentro de los muros del Vaticano y terminaría en las oficinas editoriales de periódicos y agencias internacionales.
En el pasado, nunca se ha actuado de esta manera. “Al ver esta modalidad ahora, bajo el pontificado que tiene la “misericordia” (divina y humana) dentro de su corazón, duele y provoca un sentimiento de rebelión e indignación”, escribió Badilla. “Es increíble si no fuera porque la evidencia está ahí para que todos la vean”.
Por su parte, L’Osservatore Romano, el diario del Vaticano, replicó a su manera, indicando que la medida testifica “concretamente que los procesos iniciados por Benedicto XVI y llevados a cabo por su sucesor”, papa Francisco, están en marcha a favor de la transparencia y de la lucha a la corrupción.
“Es testimonio de que se aplican las nuevas leyes del Estado de la Ciudad del Vaticano y que los organismos de control, los auditores y los propios organismos controlados pueden informar cualquier anomalía al poder judicial y pedir una aclaración”.
El editorial no lleva firma y considera que este es un “doloroso” camino, por lo tanto, “no es el síntoma de la falla de un sistema. Por el contrario, muestra que el sistema ha desarrollado anticuerpos para reaccionar y que el camino de las reformas del organismo económico-financiero está en marcha”.
La posición del periódico vaticano es señalar que los medios de comunicación son los culpables de la divulgación del cartel e instar a la picota publica a las personas sometidas a las investigaciones.
“Quienes participaron en la investigación tenían y tienen derecho a ser respetados por su dignidad como hombres y mujeres, ya sean sacerdotes o padres y madres de familia”, afirma el periódico vaticano.
Por otro lado, el Papa Francisco ha designado un destacado fiscal antimafia italiano para presidir el tribunal criminal de la Santa Sede, cuando acaba de estallar este nuevo escándalo económico sobre presunta malversación en el corazón del estado pontificio.
El nombramiento de Giuseppe Pignatone relanza la lucha anti corrupción al interno del Vaticano. Pignatone se retiró en mayo como jefe de la fiscalía de Roma, donde encabezó investigaciones de corrupción política y crimen organizado, así como de la muerte sospechosa de un estudiante italiano en Egipto. Anteriormente dirigió investigaciones antimafia de la Cosa Nostra y la ‘ndrangheta en Palermo y Reggio Calabria. Algunos medios de comunicación ya indican que el Vaticano está al borde de un tercer caso Vatileaks.