Hay un desconocimiento a fondo sobre el tema en la población general y profesional, lo que confunde y acarrea dificultades a la hora de llevar una alimentación vegetariana o vegana correcta y sin consecuencias para la salud
Es cada vez más frecuente encontrarnos con niños vegetarianos o veganos en consulta o hasta algún compañero del colegio de nuestros hijos. Esto hace que los profesionales de la salud deban estar más informados y familiarizados con estas modalidades de alimentación o estilo de vida, para brindar un adecuado asesoramiento al niño y su familia.
La realidad es que muchas veces hay un desconocimiento a fondo sobre el tema en la población general y profesional, lo que confunde y acarrea dificultades a la hora de llevar una alimentación vegetariana o vegana correcta y sin consecuencias para la salud.
En una alimentación vegana las personas prescinden del consumo de todo alimento de alimentos de origen animal (carnes, pescados, huevo, lácteos ya alimentos que los contengan). Mientras que en la dieta vegetariana hay otra flexibilidad, hay algunos que se permiten pescados, otros huevos y lácteos, entre otros.
Pero hay algunas preguntas comunes que se plantean con este tipo de alimentación, como sí es saludable para los niños, si puede llegar a afectar su rendimiento escolar o su crecimiento, o si tiene alguna consecuencia para la salud.
¿Puede ser saludable para los niños la alimentación vegana?
Sí, perfectamente. Los alimentos en que se basa su alimentación son muy saludables, incluso son los que se recomienda a la población en general y omnívora que incluya y aumente su consumo. Estos son de origen vegetal, como frutas, hortalizas, cereales, frutos secos, semillas, aceite de oliva, agua…
Una dieta bien planificada es aquella que tiene la misma base para todos (vegetarianos, omnívoros o veganos). Se basa el consumo de frutas y verduras, priorizando especialmente las de temporada, como fuentes proteicas de calidad en el caso de los veganos serán las legumbres y derivados, frutos secos, semillas y cereales integrales y, además, es importante que tenga un buen aporte de grasas, lo ideal son aquellas provenientes del aceite de oliva virgen extra o de girasol alto oleico, los frutos secos o el aguacate o palta, y las bebidas vegetales (soja, avellana, almendras) deben estar enriquecidas con calcio.
Por supuesto los veganos deben suplementar la dieta con Vitamina B12, porque no está presente en los alimentos de procedencia vegetal y que de no ser suplementada puede poner en peligro la salud del niño. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23356638
¿Puede llegar a afectar su crecimiento o rendimiento escolar?
No, si el niño y su familia son bien asesorados de cómo llevarla a cabo de la forma correcta.
Con respecto a este tema en diciembre de 2016 la Academia Americana de Nutrición y Dietética (ADA) publicó (hasta el momento el más reciente) documento de consenso, que establece que “las dietas vegetarianas apropiadamente planificadas, incluyendo las dietas veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden resultar beneficiosas en la prevención y el tratamiento de algunas enfermedades. Las dietas vegetarianas y veganas son adecuadas para todas las etapas de la vida, incluyendo embarazo, lactancia, infancia, adolescencia, vida adulta y vejez, así como para los atletas” https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27886704
Además no hay razones científicas para desaconsejar esta alimentación en la infancia, pero es importante que todas las familias vegetarianas reciban una orientación nutricional apropiada con el fin de garantizar que los niños se benefician al máximo de esta forma de alimentación.
¿Tiene alguna consecuencia para la salud?
La dieta vegetariana y vegano por lo general no tienen consecuencias en la salud, salvo algunas opciones alimentarias muy restrictivas como la crudívora o crudivegana, frugívora, o la macrobiótica que no se recomiendan en bebés y niños pequeños, ya que pueden ser deficientes en nutrientes y afectar su desarrollo.
Los niños con una alimentación vegetariana o vegana crecen bien, al igual que con una dieta omnívora siempre y cuando ambas estén bien planificadas (algo que comúnmente no ocurre con frecuencia en la dieta omnívora y por lo cual nos enfrentamos actualmente con cada vez más niños obesos, hipertensos, diabéticos).
Deficiencias de hierro, vitamina D, proteínas, calcio…
No hay un fundamento científico al respecto, no hay diferencia con respecto a la dieta omnívora. La única deficiencia que se puede presentar es por vitamina B12 si no se suplementa. Esta vitamina tiene un importante papel en el desarrollo del sistema nervioso, por lo que es crucial para los niños tener una fuente fiable de vitamina B12.
Podemos preguntarnos como se obtiene el hierro necesario sin consumir carnes, pues bien, a pesar de que hay vegetales ricos en hierro, el mismo no se absorbe de la mejor manera (no hemo), la estrategia que se debe utilizar es acompañar estos alimentos ricos en hierro con fuentes de vitamina C (limón, cítricos como kiwi, frutilla, naranja pomelo, mandarina). De esta manera aumenta y mejora la absorción de hierro.
Las tasas de anemia ferropénica son similares en personas vegetarianas que no vegetarianas, por lo tanto, el riesgo de presentarlo es igual que siguiendo una dieta omnívora.
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Con respecto a las proteínas, no son deficitarias en veganos, la ingesta media de proteína de los niños vegetarianos (ovo-lacto, veganos y macrobióticos) generalmente cubre o excede las recomendaciones. Deben incluir 3-4 raciones de alimentos ricos en proteínas todos los días (uno en cada comida principal): legumbres (incluyendo soja y derivados como tofu, tempeh, leche y yogures de soja; y también cacahuetes o maní sin sal), frutos secos y semillas (molidos antes de los 4-5 años), y en el caso de ovolactovegetarianos, huevos (no más de 4 por semana) o lácteos (no más de 2 raciones/día).
La vitamina D, al igual que en los niños omnívoros se aconseja exposición solar moderada por medio del juego y otras actividades al aire libre diariamente. Aquellos niños que no puedan salir de casa regularmente o que vivan en zonas con inviernos largos y oscuros sí pueden necesitar un suplemento de vitamina D3.
El calcio puede aportarse a través de la leche o yogures de soja fortificada con este mineral que se absorbe en una proporción similar al de la leche de vaca. Se complementa por ejemplo con alimentos como el tofu cuajado con sales de calcio, almendras, sésamo y chía, naranjas, higos secos, pan integral, legumbres. Esto junto a la exposición al sol moderada que favorece la síntesis de vitamina D ayuda en la metabolización de este mineral.
El desarrollo de los niños vegetarianos o veganos en la etapa escolar es normal
Los estudios realizados en niños y adolescentes de países occidentales que siguen dietas vegetarianas y veganas muestran que el crecimiento y desarrollo de estos niños está dentro del rango normal para su población de referencia. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10479235 , https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19083442
Los niños crecen perfectamente, la ADA también indica que no hay diferencias significativas en el crecimiento de niños con alimentación vegetariana o vegana que los que llevan una dieta tradicional. Sí se ha observado un crecimiento deficiente cuando siguen dietas muy restrictivas como las mencionadas anteriormente y por lo cual son desaconsejadas.
Por consiguiente, una dieta vegana o vegetariana bien planificada es totalmente compatible con el estado de salud en cualquier etapa del ciclo vital.
Es recomendable que los niños tanto los que lleven una alimentación omnívora como vegana consulten con un nutricionista para tener pautas claras de cómo llevar una alimentación lo más saludable y adecuada posible para su buen desarrollo.