Cómo el rodaje de Apocalypse Now cambió a… Francis Ford Coppola

El pasado mes de agosto se reestrenaba en 4K una de obra maestra de Francis Ford Coppola. El film, está basado en el relato de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas. El libro, nos cuenta la historia de Marlow, un marinero que viaja desde Londres hasta el corazón de África en donde a través de un río tropical, va a conocer a un tal Kurtz, un jefe de una explotación de marfil. Conforme la historia avanza el tal Kurtz se va haciendo un personaje más enrarecido y enigmático llegando incluso a convertirse en algo parecido a un símbolo.

John Millius (director de Conan), amigo de Coppola, cogió este relato y los trasladó a la guerra de Vietnam. A Marlow le cambió el nombre por el de Willard y lo puso en un río del país del sudeste asiático en pleno conflicto bélico en busca de, en esta ocasión, el coronel Kurtz. Como en relato de Conrad, Kurtz es un personaje extraño y el recorrido hasta el corazón de la selva vietnamita como en el libro original, se convierte en un descenso a los infiernos.

En un principio la película la iba a dirigir George Lucas, pero el director andaba ultimando los detalles de una fantasía galáctica por la que nadie daba un penique, Star Wars.

Galería fotográfica

En un principio se llegó a sopesar la posibilidad de irse a filmar al auténtico Vietnam en pleno conflicto armado, con un equipo pequeño y sin hacer mucho ruido. Ningún estudio quería saber nada de una película sobre una guerra como la de Vietnam, que llevaba años sangrando la credibilidad de los políticos americanos. A través de una financiación independiente y gracias a la pequeña fortuna que Coppola había reunido gracias, sobre todo, a El Padrino. Parte II, el director de Corazonada pudo sacar adelante su película.

El anecdotario de lo que pasó en aquel rodaje daría para otra película y muy buena, seguro. En esencia, todo lo que podía salir mal, salió mal. Desde Martin Sheen (que interpretaba a Willard) que sufrió un infarto en mitad del rodaje, hasta los excesos de todo tipo y de todos los colores que confluyeron en el film pasando por un tifón que arrasó con los decorados. Como en el libro de Conrad y como en la propia película, la filmación de Apocalypse Now supuso el particular descenso a los infiernos de su director.

Francis Ford Coppola perdió cincuenta kilos durante el rodaje y cambió su forma de ser. Ya no fue el mismo después de aquel rodaje. Siempre ha dicho que Apocalypse Now no era una película sobre Vietnam, ¡era Vietnam! Y todo veterano regresaba a casa transformado. Y a Coppola le pasó lo mismo. Con el paso de los años se ha convertido en un hombre tranquilo, relajado y muy familiar. Considera la familia como la mejor institución del ser humano y admite que de un modo u otro, todas sus películas hablan de la familia.

Ahora, cuando Francis Ford Coppola mira hacia atrás dice sentirse orgulloso con lo que ha hecho, pero no por sus películas, y eso que tiene tres o cuatro obras maestras. Ha levantado empresas, ha invertido en vino californiano, se ha arruinado y resucitado cual Fénix pero de lo que más orgullo está es de sus hijos y eso aunque le de algún disgusto. De loco creativo a hombre de familia, ese es Francis Ford Coppola, ahora.