Después de una semana de que tocara tierra en las BahamasPuerto Rico se salvó del ciclón Dorian por las arenas del Sahara, según los expertos. Pero las islas Bahamas fueron golpeadas por el meteoro Categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, y casi desaparecen.
Hasta el momento, se habla de 30 personas fallecidas, pero a medida que bajen las aguas, podrían ser más, muchas más. Entre ellas lugareños y migrantes del Caribe, sobre todo haitianos que huyeron de sus propios desastres naturales.
El daño causado por Dorian, que tocó tierra el domingo pasado pero abandonó su presa dos días más tarde, es incalculable, sobre todo en el norte de la mancomunidad, en Gran Bahama y las islas Ábaco.
Hay poblaciones como Treasure Cay en las que la destrucción alcanza a 95 por ciento de sus casas, calles y centros comunitarios. Desde hacía dos décadas las Bahamas no habían sentido algo parecido a Dorian, por lo que a muchos pescadores y migrantes los tomó desprevenidos.
Los vientos de 250 kilómetros por hora (con rachas de 295 kilómetros) y las lluvias que se estacionaron por dos días, dejaron, por lo menos, 45 por ciento de los hogares en ruinas en las Bahamas y las islas Abaco, donde residen aproximadamente 70.000 personas.
Al momento de cerrar esta edición, Dorian, ya degradado a Categoría 1 en la Saffir-Simpson, estaba terminando su curso en el Estado de Massachusetts y en la frontera de Estados Unidos con Canadá, ya tan solo con lluvias torrenciales.
Dorian es el quinto huracán categoría 5 desde el año de 2016. Entre 2003 y 2007 hubo ocho, entre ellos el Katrina que en 2005 devastó la ciudad de Nueva Orleans en el sureño Estado de la Luisiana (Estados Unidos).
Los modelos de predicción señalan que este tipo de huracanes tan fuertes serán cada vez más frecuentes en el área del Caribe y el Golfo de México, por causa del calentamiento global que padece el planeta.
Las ayudas internacionales han empezado a llegar a la zona. Por desgracia, también están llegando bolsas para envolver a los muertos que pueden ser ciento, incluso miles. Ha centenares de personas que continúan hasta este fin de semana en calidad de desaparecidas.
“El público debe empezar a prepararse para una información inimaginable de cifras de muertos y sufrimiento humano”, dijo el ministro de Sanidad de Bahamas, Duane Sands, en unas declaraciones a Guardian Radio 96.9 recogidas por la cadena de televisión estadounidense CNN.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos describe a Dorian como una de las tormentas más fuertes en la historia del Atlántico y estima que un alto porcentaje de casas que aún continúan en pie serán destruidas, con fallas totales en el techo y colapso de la pared.
Los árboles caídos y los postes de energía aislarán las áreas residenciales, y los cortes de energía durarán de semanas o posiblemente meses, haciendo que la mayor parte del área sea inhabitable durante un largo período de tiempo.
Todas las agencias católicas de Estados Unidos, en especial Catholic Relief Services y Catholic Charities USA, están movilizándose para llevar alivio a una población necesitada. De otras partes de América y del mundo comienza a fluir el apoyo en víveres, medicinas, agua embotellada.
La tragedia es inmensa. También cuentan nuestras oraciones.