El Vaticano confirmó la ordenación producto del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China La Santa Sede ha confirmado la ordenación de dos obispos en China: Mons. Esteban Xu Hongwei, consagrado el 28 de agosto, Obispo coadjutor de Hanzhong (Shaanxi) en presencia de 80 sacerdotes y más de 500 fieles, y Mons. Antonio Yao Shun, consagrado el 26 de agosto, Obispo de Jining/Wulanchabu, en Mongolia Interior en presencia de más de 1200 fieles.
Los nuevos obispos chinos han recibido el mandato por parte del papa Francisco y la ordenación es resultado del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China, firmado en Pekín el 22 de septiembre de 2018, informó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Según reporta el diario chino Global Times, se trató de un acto ‘solemne’ e incluyó la lectura de palabras del papa Francisco.”La ordenación de los dos obispos es la mejor prueba de que la Iglesia Católica se está desarrollando bien en China con el apoyo del gobierno chino”, dijo a Global Times el obispo Shen Bing, vicepresidente de la Asociación Patriótica Católica China.
El Acuerdo contempla el reconocimiento por parte de la Santa Sede de los obispos nombrados por el gobierno de China, que a su vez reconoce la autoridad del Papa como jefe de la Iglesia Católica. Aunque su contenido no ha sido divulgado. En la actualidad, todos los obispos católicos de China están en plena comunión con el Papa, según informó Vatican News.
Las partes convinieron en ir afinando frecuentemente el convenio, pero además mantienen el diálogo en busca de soluciones prácticas para las vidas de quienes desean profesar su fe y contribuir de manera positiva al desarrollo del país.
China enfrenta una escasez de obispos, en alrededor de un tercio de las 98 diócesis del país que no tienen pastores, y muchos de los obispos mayores están a punto de retirarse.
¿Quienes son los nuevos obispos?
Respecto a la biografía del primer obispo chino consagrado después del Acuerdo, según informa el portal AsiaNews, monseñor Antonio Yao Shun, de 54 años, fue ordenado sacerdote en 1991 y entre 1994 y 1998 cursó estudios de liturgia en Estados Unidos, tras lo cual pasó un periodo en Jerusalén dedicado a los estudios bíblicos.
Tras ejercer seis años como secretario de la Comisión Litúrgica, que depende tanto de la conferencia episcopal china como de la Asociación Patriótica primero, fue secretario de la Comisión, entre 1998 y 2004, y desde entonces, cubre el papel de director. Su predecesor, monseñor Juan Liu Shigong, murió en 2017. Desde esa fecha, la diócesis había permanecido vacante.
Por otro lado, Mons. Esteban Xu Hongwei, 44 años, en julio de 2002 es ordenado sacerdote en la diócesis de Hanzhong. En agosto del mismo año es nombrado párroco de la Parroquia del distrito de Nanzheng, con la tarea de ayudar en el trabajo pastoral de la catedral de Hanzhong. Desde julio de 2004 a junio de 2008 estudia en la Pontificia universidad Urbaniana en Roma (Vaticano), obteniendo la licencia en pastoral, desde noviembre de 2008 a abril de 2010 continúa el estudio de pastoral en la diócesis de Vancouver (Canadá).
En abril de 2010 es nombrado párroco de la sede catedral de West Street, en el distrito de Hantai. En 2012 y en 2017 es también miembro del Comité permanente de la Conferencia política consultiva del pueblo chino del distrito de Ren Hantai. El 11 de abril de 2019 fue elegido como obispo de la diócesis de Hanzhong. La diócesis de Hanzhong., antigua misión del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (PIME), tiene cerca de 30 mil fieles, servidos por 40 sacerdotes.
Nuevos obispos no deben ser funcionarios, según el Papa
El papa Francisco en su mensaje a los católicos chinos del 26 de septiembre de 2018, confirmó que había decidido conceder la reconciliación a los siete restantes obispos “oficiales” ordenados sin mandato pontificio y, readmitirlos a la plena comunión eclesial.
En este contexto, el Pontífice aclaró que la elección de obispos en China, no debe ser considerada, “como nombrar funcionarios para la gestión de las cuestiones religiosas, sino de tener pastores auténticos según el corazón de Jesús, entregados con su trabajo generoso al servicio del Pueblo de Dios, especialmente de los más pobres y débiles”.
Por otro lado, Francisco espera dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios y conciliar los intereses del gobierno y los espirituales de la Iglesia Católica. Los católicos chinos están invitados por el Papa a ser “buenos ciudadanos”, y les pidió: “amen totalmente a su Patria y sirvan a su País con esfuerzo y honestidad, según sus propias capacidades”.