Radiografía de los sucesos de los últimos días
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Las manifestaciones y violencias que se registran desde hace dos meses en Hong Kong, ¿van en la lógica de lo que ocurrió (de la masacre) en la plaza de Tiananmen hace 30 años? La mayoría de los analistas occidentales coinciden que Pekín no va a utilizar el ejército apostado a las puertas de Hong Kong, porque supondría su aislamiento internacional. Otros, sin embargo, ven que, si las manifestaciones se tornan violentas con ocupaciones de puntos clave como el aeropuerto, Pekín va a intervenir, ya que ha calificado de “terroristas” tales actuaciones.
“Una intervención militar o policial en Hong Kong parece muy poco probable”, también juzga con el diario Le Monde, el ex primer ministro australiano Kevin Rudd, presidente del think tank Asia Policy Institute. “El escenario más probable es que Pekín, por su no reacción, permitirá que el movimiento disminuya”, agregó. Según él, “una intervención tendría consecuencias desconocidas a nivel internacional y provocaría el aislamiento de China”.
La protesta surgió como consecuencia del proyecto de ley por el que se extraditaban a China continental a los acusados de ciertos delitos, especialmente de opinión contra China o de terrorismo. Los manifestantes pidieron primero el aplazamiento del proyecto de ley, después se añadió la retirada del proyecto de ley, la retirada de la policía antidisturbios, la libertad incondicional de los detenidos en las manifestaciones, después el sufragio universal y finalmente la dimisión de la jefe del ejecutivo, Carrie Lam, de 62 años, considerada una “marioneta de Pekín”. Son, pues, cinco demandas que Pekín, a través de Carrie Lam, no acepta. Carrie Lam ha solicitado ser relevada en el cargo, pero Pekín ha dicho que no.
“Si Carrie Lam y su gobierno no escuchan nuestras cinco demandas, el Frente de Derechos Civiles continuará organizando manifestaciones y reuniones”, advierte Bonnie Leung, una de las organizadoras del movimiento.
El trasfondo
Para conocer el fondo de cuanto ocurre en Hong Kong es mejor conocer su pequeña historia de la descolonización en favor de China por parte de Gran Bretaña –al igual que la isla de Macao– al terminar el arriendo de 99 años de que gozaba esta sobre el territorio. Terminado este periodo, y siendo primera ministro Margaret Thatcher, Hong Kong se incorporó a China en 1997 bajo las siguientes condiciones: mantendría, hasta el año 2047, el sistema económico capitalista, con el principio “un país, dos sistemas”, el poder ejecutivo debería ser elegido por sufragio universal, pero Pekín no lo cumplió y es ahora elegido por un “comité de electores”, controlado mayoritariamente por Pekín.
Hong Kong tiene su propia moneda, el dólar, ligado al dólar norteamericano. Tiene también su propio sistema judicial, pero no tiene ni diplomacia, ni defensa. Es una región semiautónoma de China, con 7,5 millones de habitantes.
El primer movimiento grande de protesta fue el “Movimiento de los paraguas”, en 2014. De este movimiento, varios líderes fueron encarcelados. Pedían igual que ahora, más libertad y menos injerencia de Pekín en los asuntos de Hong Kong. Los hongkoneses ven que se acercan los días en que dependerán completamente de Pekín, de un país sin democracia y por ello quieren salvaguardar la libertad de que gozan ahora.
En 2017 seis diputados de las filas de la oposición fueron despojados de su mandato, por “faltarle el respeto a China y no cumplir con su juramento”. También se prohibió, en 2018, al partido independentista de Hong Kong.
Lo que encendió la mecha fue el proyecto de ley de extradición a China por los delitos cometidos en Hong Kong y que implicaban a muchas ONG, periodistas, políticos, abogados, magistrados, etc. Las libertades en Hong Kong van siendo cada vez más estrechas y limitadas, dicen los líderes de las grandes manifestaciones (entre uno y dos millones).
Hasta ahora, Pekín ha actuado con la política del avestruz. No existe ningún conflicto en Hong Kong, y los incidentes son provocados por unos pocos exaltados, que ocuparon el parlamento y el aeropuerto. Pero muchos se preguntan
También muchos se preguntan: ¿sabemos quiénes son los manifestantes en favor de la democracia?
Un estudio realizado por profesores de las cuatro universidades de Hong Kong concluye que de los 6.688 encuestados, casi la mitad (46 por 100) son mujeres, y un 77 por ciento tiene una educación superior. La mitad tiene menos de 30 años. Se trata, por lo tanto, de un movimiento mayormente juvenil y universitario. Y al ser preguntados sobre el motivo por el que se manifestaban sus respuestas fueron un 87 por 100 para que se retire el proyecto de ley de extradición a China, el 95 por 100 desaprobó la actuación de la policía y piden una investigación independiente sobre la violencia policial.
¿Cómo ven las potencias extranjeras la crisis de Hong Kong? De momento están observando la actitud de China. Nadie se mueve, ni hay comentarios a nivel de gobiernos, en espera de cómo evolucionan los acontecimientos.