La política europea sigue siendo de cerrazón y sin un plan conjunto sobre los inmigrantes
La tragedia del barco “Open Arms”, que lleva consigo 150 migrantes, muchos de ellos huyendo de la guerra y de las persecuciones, ha puesto en carne viva la incapacidad y la hipocresía de los países europeos en resolver el grave problema humanitario de las migraciones, al cerrar las puertas a cuantos llaman pidiendo vivir una vida más digna.
En otras palabras, Europa es incapaz de ponerse de acuerdo y con una demagogia habitual en este tema juega con la dignidad de las personas, al tiempo que carga contra los países ribereños que no quieren acoger a inmigrantes, como Italia y Malta. Dejando a un lado Matteo Salvini, el pueblo de Italia no es racista, como no lo es Malta, como no lo es España o Francia.
¿Por qué Europa cierra los ojos o mira hacia otra parte cuando se enfrente a la inmigración? ¿Por qué no articula una política común sobre este tema? Europa no quiere bajar un centímetro de su welfare state, de su estado de bienestar. Y dicen: “vivimos bien, que no nos molesten los demás; además no hay trabajo para tantos”. Es un caso de egoísmo engrandecido: “yo estoy bien, que se fastidien los demás”.
La mayoría de los barcos de salvamento se encuentran en el centro del Mediterráneo, frente a las costas de Libia (un país deshecho tras el asesinato de Muamar el Gadafi y excolonia italiana), donde encuentran los botes salvavidas repletos de migrantes que han pagado a las mafias mucho dinero, con el fin de alcanzar un puerto seguro, un puerto donde no serán objeto de tráfico de personas.
El gobierno español de Pedro Sánchez, cuando llegó al Gobierno la primera medida fue acoger a los migrantes del “Acquarius”, pero después, puso muchas trabas para repeler a los migrantes que venían del sur, con pateras o por las fronteras de Ceuta y Melilla.
Mientras los 150 migrantes del “Open Arms” viven desde hace casi tres semanas hacinados en el pequeño barco, se ha encontrado una solución de emergencia: los migrantes se repartirán entre seis países europeos: Alemania, Francia, España, Luxemburgo, Portugal y Rumanía. Pero esto no es más que un parche. Dentro de poco habrá otro barco con migrantes y será un volver a empezar, con llamamientos a todo el mundo, a la espera que un Richard Gere vaya a aliviarlos. La política europea sigue siendo de cerrazón y sin un plan conjunto sobre los inmigrantes.
El caso es que no se trata solo de 150 migrantes del “Open Arms”, sino de los millones de migrantes que esperan entrar en Europa, hacinados en sus fronteras o en campos de refugiados, malviviendo desde hace años –en muchos casos—esperando o entrar en Europa o volver a su tierra destrozada por la guerra. Es el caso de millones de sirios desplazados, de pakistaníes, de afganos…
Según datos de la ONU, en el mundo hay 25,4 millones de refugiados que buscan un país, un lugar, donde vivir más dignamente, sin que sean perseguidos, sus niños vendidos, sus mujeres violadas, etc. Su destino, buscar países seguros donde puedan trabajar, que se les respete como personas y puedan vivir dignamente.