Hace 120 años, la nación fue consagrada al Santísimo Sacramento por monseñor Juan Bautista Castro, que en un momento de gran necesidad humana y espiritual en el país, decidió dedicarle el país al Santísimo. Por esa razón, cada año se renueva la histórica consagración -única en el mundo, que en esta oportunidad estuvo acompañada de plegarias particulares en las que se le suplicó a Dios que los venezolanos que partieron del país, puedan volver pronto a casa.
“Hoy hemos renovado, en comunión con todas las parroquias de Caracas que nos han visitado y las distintas cofradías del Santísimo, la consagración de nuestro país a Dios, para pedirle al Señor que nos devuelva la paz, la libertad, la justicia y la esperanza que tanto necesita nuestro pueblo, sobre todo en este momento”.
La ceremonia litúrgica la presidió el padre Enrique Yánez, párroco de la iglesia Nuestra Señora del Rosario, en el mirandino sector de El Marqués, y arcipreste de La California, en la Gran Caracas, quien conversó con Aleteia sobre esta especial actividad.
“Te consagramos, Señor, a todos los venezolanos para que el bien siempre triunfe sobre el mal; y recibamos paz, alegría, esperanza y reconciliación. Danos paz y libertad, justicia y democracia; y a todos concédenos tu santa bendición”, indicó el sacerdote en una actividad particularmente conmovedora.
Te rogamos que “liberes a Venezuela del hambre y de la precariedad, de la tristeza y de la opresión; para que todas las familias que están divididas por la situación del país, puedan volverse a unir; para que los venezolanos que están lejos de casa puedan volver pronto y encontrar una nación en paz, en justicia y libertad”.
“Ayúdanos, Jesús Sacramentado, a recuperar nuestra libertad, y a recuperar la esperanza; a confiar en Ti y a que Venezuela resurja y se convierta en modelo para otros países. Bendice a Venezuela, Señor. Protege a Venezuela. Libera a Venezuela. Amén”.
-La actividad estuvo acompañada de “diablos”… Una representación de niños y adultos con vistosas máscaras que bailan alrededor del Santísimo, quienes luego terminan rendidos ante Dios. ¿Cómo se incorpora esta tradición de los diablos danzantes, patrimonio cultural en Yare, a esta renovación?
-En Venezuela hay una manera particular de rendir homenaje y devoción al Santísimo Sacramento. Se hace con la danza de los diablos, que eran antiguas cofradías originadas en el tiempo de la colonia, las cuales tenían como finalidad la devoción y el culto a Jesús Eucaristía.
Los evangelizadores sembraron esta forma particular de rendir tributo (Ver video).
Los diablos simbolizan el mal, y danzan alrededor del Santísimo rindiéndole homenaje. La mayoría de estas personas que hacen esto es porque ofrecieron una promesa a Dios, y la pagan de esa manera.
Pero al final de la procesión caen rendidos ante la presencia del Santísimo, como una manifestación de que el bien siempre triunfa y está por encima del mal.
Más imágenes aquí (hacer click en galería):
-Durante la misa se cantó el himno nacional de Venezuela en el momento de la consagración. Eso no ocurre en otras naciones. ¿Cuál es la razón de este acto tan particular?
-Venezuela es el único país del mundo que tiene la autorización de poder entonar el himno nacional en el momento de la consagración. La razón es que es también la única nación del mundo que ha sido consagrada al Santísimo Sacramento.
Esta devoción está ligada a la idiosincracia y a la historia del país. Por eso, dentro de las celebraciones, en el punto eucarístico, hay un espacio también importante para el himno nacional; y es el espacio más importante de la eucaristía, que es precisamente la consagración.
-Como sacerdote, usted le hizo una petición especial a Dios por Venezuela. ¿Qué le pide como venezolano al Santísimo?
-Le pido la restitución de la democracia en el país. Porque el volver a la democracia nos concedería la facilidad de retornar al camino del resguardo de los los derechos humanos, de la libertad, de la promoción de los valores; de volver a ser una nación próspera, pues debido al conflicto político hoy no lo estamos viviendo.
Nuestra nación está llena de muchas crisis; así como precariedades a nivel social, político y económico. Yo quisiera pedirle al Señor esa gracia: el retorno al camino de la democracia y la libertad, para que nuestra nación sea de nuevo un país verdaderamente feliz.
–En las últimas horas falleció en extrañas circunstancias el capitán Rafael Acosta Arévalo. Es el 5to caso de presos -incluido el concejal Fernando Albán, cuyo “suicidio” fue puesto en duda por la Iglesia-, que han perdido la vida en custodia, en medio de acusaciones de tortura comandada por la administración de Nicolás Maduro…
-Respecto al tema de la violación de los derechos humanos, especialmente en lo que se refiere a los casos de tortura y de violación al debido proceso que sufren los detenidos en Venezuela, efectivamente no es la primera vez, no es el primer caso.
Usted menciona al concejal Albán, pero hay otros casos políticos en los cuales se ha comprobado que han sido torturados, han sido vejados; entonces, respecto a eso, nosotros como Iglesia y no sólo yo sino la Iglesia universal repudia este tipo de acciones; al tiempo que defiende y promueve los valores y derechos humanos por encima de cualquier ideología, o de cualquier forma de querer mantenerse en el poder.
Y sobre todo de las condiciones de las personas. Todas tienen derecho a expresarse libremente, a disentir. Los seres humanos tienen derecho a disentir y a que se les salvaguarden sus derechos. Y sobre todo si están en un proceso penal.
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–Esta semana el cardenal Baltazar Porras -administrador apostólico de Caracas- pidió salud para Venezuela, en el marco del centenario de la muerte del Venerable Dr. José Gregorio Hernández. ¿Qué le pide usted al “médico de los pobres”?
-Le pido que interceda, en primer lugar por todos los enfermos de nuestro país. Quisiera también pedir su intercesión para que a ninguno de los niños, de nuestros ancianos y de las personas que están en los centros de salud venezolanos les falten los necesarios insumos y tratamientos para el restablecimiento de su salud.
Que el sistema sanitario tenga las debidas condiciones para atender las necesidades de todos. Y especialmente pedirle la renovación y la paz para Venezuela. Así como el progreso del país, para quienes están lejos puedan retornar a nuestra nación; es decir, para que muy pronto, todos puedan volver a casa.
Hoy celebramos a...