Mastercard se une a la ideología de género
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Las tarjetas de crédito Mastercard se han subido al tren de la post-post modernidad y ahora han sacado un producto al mercado mediante el cual permitirá a “los géneros no binarios” (los binarios son hombre y mujer) elegir el nombre que deseen que esté impreso en su plástico.
El producto lleva el nombre de “True Name” T.m. (“Nombre Verdadero”) y tiene el objetivo –según ha anunciado la compañía—que la tarjeta de crédito Mastercard refleje “la verdadera identidad” de la persona.
Es decir, que en el plástico vaya impresa la identidad que la persona escogió, no la que le dio la naturaleza o la biología. Contra la identidad legal o biológica, se impone, al menos en este instrumento crediticio, la identidad elegida.
Con esto, el consorcio financiero, dice que establece un compromiso con el principio de que todos los miembros de la comunidad LGBTQ deben sentirse representados en su tarjeta con respecto a su verdadero nombre, al que han tomado al renunciar a su sexo, al cambiarlo, transformarlo o hacerlo líquido.
El argumento de las tarjeta de crédito Mastercard es que, para muchos, el nombre que viene impreso en su tarjeta de crédito, débito o prepago “no refleja su verdadera identidad”, según el anuncio que difunde esta nueva opción crediticia.
Y agrega: “Como resultado, para las comunidades transgénero y no binarias en particular, la tarjeta en su bolsillo puede servir como una fuente de sensibilidad, distorsionando su verdadera identidad al comprar y realizar la vida diaria”.
Según el propio anuncio, en la tarjeta “estamos trabajando con socios para crear un producto, así como un proceso confidencial y privado sin preguntas personales, que permitirá que los nombres verdaderos, no los nombres muertos, aparezcan en las tarjetas sin el requisito de un cambio de nombre legal”.
La idea central del anuncio es que esta nueva propuesta podría quitar de encima un dolor constante que sufre “la comunidad transgénero y no binaria” al ser acosados, víctimas de servicios denegados o atacados cuando sus tarjetas no coinciden con su presentación.
“Como tal, muchas personas transgénero optan por renunciar al costo, la complejidad y la ansiedad asociados con los cambios de nombre y género oficiales. Hasta ahora, esta discriminación ha llegado hasta sus tarjetas y mecanismos de pago”, dice Mastercard.
Y la compañía insta a todas las demás empresas financiera y crediticias a hacer lo mismo, en aras de la igualdad de derechos de las personas que pertenecen a la comunidad LGBT.
