¿Necesitas aprender a confiar en los planes que no comprendo? El Espíritu Santo te hace capaz
En la vida suelo tener miedo. Me da miedo el mar y me llena de dudas la incertidumbre. Me asusta el peligro de la muerte. La posibilidad de ver fracasar mis sueños. Me quita la paz el futuro incierto.
Pero la paz acaba con el miedo. La alegría suprime la tristeza del alma. Viene el Espíritu Santo sobre mí para sanar mi alma. Para pacificar mis miedos. Para calmar mis ansias. Viene a llenarme con su fuego.
Necesito un corazón pacificado y confiado. Necesito aprender a confiar en los planes que no comprendo. En los vientos que soplan dentro de mi alma. En las nubes que cubren el sol delante de mis ojos. Jesús me mira al darme su Espíritu y me llena de paz:
“Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: – Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío Yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo”.
Su Espíritu me llena de paz y de alegría. El Espíritu sopla donde quiere y arrasa con mis resistencias y puertas cerradas. El Espíritu desbloquea los muros que he construido para impedir que Dios irrumpa. Y lo hace. Llegan la calma y la alegría. El alma descansa mirando un mar inmenso. El mundo parece no tener fin.
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