separateurCreated with Sketch.

La estrella de la NBA que juega con un propósito: dar gracias a su padre

SIAKAM
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Jaime Septién - publicado el 10/06/19
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

El padre de Pascal Siakam se empeñó en que fuese al seminario de pequeñoEl ala-pivot de los Toronto Raptors, Pascal Siakam, está en las finales de la liga de basquetbol más importante del mundo, la NBA estadounidense. Su equipo se mide en estos días contra los bicampeones Golden State Warriors.

Siakam, en cada juego se persigna y apunta con el dedo hacia el cielo. Es por su fe católica y por su padre. Mide 2.08 metros, tiene 25 años, es profesional desde el 2016, gana varios millones de dólares por temporada y nació en la ciudad de Douala, Camerún.

Imitando a los héroes futbolísticos de Camerún, encabezados por Samuel Eto’o, Patrick M’Boma, Roger Milla y François Omam-Biyik, Siakam quería jugar al futbol. Fue en el seminario de San Andrés en Bafia donde –por su altura—comenzó a jugar basquetbol.

Hoy está en el mismo equipo que el ex estrella de los San Antonio Spurs, Kawhi Leonard y enfrenta a dos súper estrellas de los Warriors: Stephen Curry y Kevin Durant. Había llegado al Seminario menor de San Andrés a los once años de edad, obedeciendo a su querido padre, aunque no quería ser seminarista. Mucho menos sacerdote.

Aunque hizo todo lo posible porque lo echaran del Seminario, finalmente se quedó y, según ha confesado, la formación religiosa, la disciplina, la moral y la formación académica le dejó una huella imborrable en su vida. Tras jugar en un campeonato en Sudáfrica, fue reclutado para ir a Estados Unidos.

Fue a la Universidad Estatal de Nuevo México y ahí se formó con el equipo colegial. Su padre murió en 2014 en un accidente automovilístico mientras estudiaba en Estados Unidos. Y eso lo cambió mucho. Siakam dijo a la cadena deportiva ESPN que era el mejor hombre que había conocido en su vida. Y que lo de llevarlo al Seminario no fue para que aprendiera a jugar baloncesto, sino para que se enseñara a trabajar duro, a creer en sí mismo, a ser parte de un equipo.

En realidad Siakam comenzó a jugar basquetbol organizado hasta que tenía cerca de 18 años de edad. “Pero emergió muy pronto como una fuerza que ha conducido a la final a los Toronto Raptors”, dice el portal de CBC News. Y agrega que su entrenador en los Aggies de la Universidad Estatal de Nuevo México, Marvin Menzies, cree que Siakam es el jugador que es “porque juega con un propósito”. Seguramente responderle a su padre.

El seminario, dijo Siakam a ESPN “me ayudó a concentrarme en mí mismo y a tratar de superarme y trabajar duro por lo que quería. “Creo que sé por qué mi papá me hizo ir”, escribió en 2016 en The Players ‘Tribune. “Me estaba dando todas las herramientas que necesitaba para tener éxito.

“Tan importante como su sueño de que su hijo jugara en la NBA fue su deseo de convertirme a mí mismo en un hombre”, terminó diciendo en The Players Tribune, Siakam. A sus 25 años puede hacerse de un anillo como triunfador de la NBA.

Con información de CNS.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Tags:
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.