Por primera vez desde hace 19 años, España ve publicados los resultados de una Encuesta de Fecundidad elaborada por el Instituto Nacional de Estadística. En este informe, elaborado a partir del testimonio de las propias mujeres españolas, se observan los principales motivos de la crisis demográfica que atraviesa el país.
Entre las mujeres de 30-34 años, más del 50 por ciento no ha sido madre. A los 40 años sigue habiendo casi un 20 por ciento de mujeres sin hijos.
Los grandes porqués de la (in)fecundidad
El estudio lleva por título “Los grandes porqués de la (in)fecundidad”. Una de las conclusiones es que más de la mitad de las mujeres que no han tenido hijos habrían querido tenerlos pero les fue imposible por diversas razones.
“El problema es que no se tienen los hijos que se quieren”, explicó Albert Esteve, investigador del Centro de Estudios Demográficos de la Universitat Autònoma de Barcelona y uno de los autores del estudio, que se acaba de publicar en la revista “Perspectives demogràfiques”. Su coautora es Rocío Treviño.
¿Por qué las mujeres no han tenido entonces los hijos que deseaban?
“Soy demasiado joven”
Para las más jóvenes, los motivos se circunscriben a una decisión personal: el 74% de las menores de 25 años considera que es demasiado joven para ser madre o que debe priorizar los estudios.
Las mujeres de entre 25 y 29 años tienen otras razones para no haber cumplido su deseo de ser madre:
–no encontraron el cónyuge adecuado (12%).
–por motivos económicos, laborales o residenciales (29%).
En esa franja de edad todavía hay un 44% de mujeres que no creen que sea el momento adecuado para ser madre y un 12% de mujeres que afirma que no quiere tener hijos.
A partir de los 30, quieren pero no pueden por motivos económico-laborales
Entre los 30 y 40 años, la decisión de ser madre o no se toma según motivaciones económico-laborales, tal como revela el estudio. Dos de cada 5 mujeres afirma que no tiene un primer hijo por este tipo de razones. Otro 22 por ciento asegura que no ha encontrado al cónyuge adecuado.
Sin embargo, ahí en esa horquilla se encuentra ya un 25% de mujeres que ya no afronta la maternidad por problemas de salud.
Las encuestas también reflejan que conforme el reloj biológico marca el final de las posibilidades de ser madre, son más las mujeres que dicen no querer tener hijos. Los investigadores interpretan que la mujer va adaptando su decisión a la realidad de que su cuerpo pierde capacidad para quedar embarazada.
Dónde está la solución política
Para los investigadores Albert Esteve y Rocío Treviño, ambos del CED-UAB, “las desigualdades de oportunidades en relación con la fecundidad se juegan entre los 25 y los 39 años”, por lo que proponen:
1) “Las políticas públicas deberían priorizar esta franja de edad en sus actuaciones por el protagonismo que adquieren las razones de índole laboral y económico.
2) “Mejorar los niveles y condiciones de la emancipación de los jóvenes es un paso previo en esta dirección. La decisión de tener hijos no se improvisa. Es el resultado de un proceso de asentamiento personal y, la mayoría de veces, conyugal, que descansa en la confianza en el futuro.
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