Por un mundo más justo y más bello…El papa Francisco ha convocado la cumbre “Economy of Francesco”, sobre economía social, en Asís, Italia, del 26 al 28 de marzo de 2020 con la participación esperada de 500 jóvenes para que sean ellos los protagonistas de la revolución de la ternura en las finanzas, la gestión del dinero y el respeto del ambiente.
Una esperanza cierta, profética y optimista, alternativa al culto del dios dinero, soberbio y asesino de la dignidad humana y depredador de los recursos de la tierra.
Una cumbre inédita que no sirve para celebrar un evento, sino desencadenar un proceso con y para los jóvenes que son el ahora de Dios, el presente para cambiar la economía que mata y excluye.
Bergoglio sabe que un joven ya no es un niño, está en un momento de la vida en que comienza a tomar responsabilidades, participando con los adultos en el desarrollo de la familia, de la sociedad, de la Iglesia y de la economía con especial atención a los más necesitados. Así como lo recuerda en su reciente exhortación apostólica postsinodal Cristo Vive, dedicada a los jóvenes.
Por otro lado, la cumbre de economía social es una revalorización de la propuesta católica, liderada por laicos, presente en la economía de comunión de los focolares, estudiada por el economista italiano, Luigino Bruni. Igualmente, contará con el acompañamiento del prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson.
Una revolución concreta la del Papa, hecha de alianzas con el mundo académico: la economía social propuesta por el Nobel de la economía Joseph Stiglitz y el presidente del Instituto de Nuevo Pensamiento Económico (INET, por sus siglas en inglés) Rob Johnson contra el capitalismo exacerbado. Se trata de un sector de la economía que incluye cooperativas, empresas de trabajo asociado para reencauzar la globalización.
Precisamente, el Papa y Stiglitz se encontraron el 13 de mayo, en Casa Santa Marta, y coincidieron en advertir sobre “los problemas de ciertas formas de economía de mercado que no ponen los mercados al servicio de los pueblos sino a los pueblos al servicio de los mercados y exacerban el comportamiento individualista”.
“Si no, la humanidad va al suicidio”, asintió Francisco durante la reunión, asimismo organizada para seguir el impulso del pacto educativo entre generaciones encarnado en la misión de la fundación pontificia Scholas Occurrentes, encabezada por José María del Corral y Enrique Palmeyro.
Todo ello para cambiar el estado patológico de gran parte de la economía mundial con la luz del Evangelio y del Magisterio social de la Iglesia, aprovechando una ocasión inédita, en Asís, ciudad que San Juan Pablo II eligió como ícono de una cultura de paz.
El Papa sabe que los jóvenes son concretos y siguen modelos antes que vanas palabras y se les necesita para “re-animar” la economía.
En este sentido, el Obispo de Roma les presenta el modelo de ética de la solidaridad de un joven revolucionario: San Francisco de Asís, quien se despojó hace ocho siglos, ante su padre Bernardone, de su ropa y su dinero.
“Con su gesto profético, el “Poverello de Asís no hizo un acto antieconómico, sino un acto de fundación de una economía alternativa”, recordó en la presentación de la cumbre en el Vaticano este martes 14 de mayo, el arzobispo-obispo de Asís-Nocera Umbra-Gualdo Tadino, Domenico Sorrentino.
A continuación, las claves de la cita presentada por el Papa a los jóvenes economistas, emprendedores y emprendedoras de todo el mundo en su mensaje publicado el sábado 11 de mayo de 2019: “Confío en que respondan. Y sobre todo confío en vosotros, jóvenes, capaces de soñar y listos para construir, con la ayuda de Dios, un mundo más justo y más bello”.