El Pontífice aseguró que la lucha para acabar con los abusos en la Iglesia es un proceso que prosigue con las normas publicadas y en las que se obliga a denunciar a la justicia civil y canónica e instruye a los obispos sobre qué y cómo atender los casos. El papa Francisco aseguró que las religiosas tienen una vocación de servicio, pero eso no significa que son “sirvientas” de cardenales, obispos o sacerdotes. Lo dijo hoy durante la audiencia en que recibió a las participantes de la XXI Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de las Superioras generales (UISG), que se celebró en Roma, sobre el tema “Sembradoras de esperanza profética”.
“El problema de los abusos en la Iglesia no se resuelve de un día para otro, se ha comenzado un proceso, ayer salió un documento, poco a poco”, expresó el papa Francisco, remarcó, que se han necesitado más de 20 años gracias a “tanta vergüenza, que es una gracia de Dios”, para “tomar consciencia”, expresó Francisco en el aula Pablo VI este viernes 10 de mayo de 2019.
“Algunos de los miembros de las organizaciones anti abusos, no quedaron contentos del encuentro” en el Vaticano para la protección de los menores en la Iglesia del pasado mes de febrero. El Papa manifestó que entendía esas voces críticas por el “sufrimiento” que hay detrás de ellas cuando decían: “¡No, no hicieron nada!”.
“Si nosotros, hubiéramos llevado a la horca 100 sacerdotes abusadores en la Plaza de San Pedro, todos estarían contentos, pero el problema quedaba sin resolver”, manifestó. “Los problemas en la vida se resuelven con los procesos, no ocupando espacios”.
“El abuso de las religiosas es un problema serio, grave, yo soy consciente de ello”. Manifestó que este abuso se produce también en Roma y en otros lugares de los cuales le llega información. “Debemos luchar no solo contra los abusos sexuales, también los abusos de conciencia, de poder” contra las religiosas al “servicio” de la Iglesia.
Te puede interesar:
La cara oculta de los abusos sexuales en la Iglesia
“¡Por favor, servicio sí, servilismo no!”, expresó. “Tú no te hiciste religiosa para ser la sirvienta de un clérigo, no! […]Pero, en esto ayudémonos recíprocamente”, afirmó el Papa ante 850 Superioras Generales provenientes de 80 países distintos. La UISG agrupa a 1.900 congregaciones y representa a unas 450.000 monjas.
Precisamente, el Obispo de Roma ha incluido la violencia contra las religiosas por parte de clérigos en el Motu proprio Vos estis lux mundi y que concierne las nuevas medidas que deben adoptarse para prevenir y combatir los abusos en toda la Iglesia católica.
Se trata de una serie de medidas que fueron presentadas ayer en el Vaticano para acabar con la lacra de los abusos sexuales cometidos contra los menores, contra las personas vulnerables o efectuados con violencia, amenazas o mediante abuso de autoridad.
En un diálogo franco, las religiosas y el Papa también trataron el tema de la ordenación de diaconisas, argumento que la UISG planteó en su anterior encuentro con el papa en 2016, Francisco confirmó como ya hizo en el vuelo de regreso de su viaje a Bulgaria y Macedonia, que “no se ha llegado a un acuerdo”.
El diaconado solo existe masculino y es el grado de consagración anterior al del sacerdocio y se puede otorgar la potestad de administrar algunos sacramentos como el bautismo y el matrimonio.