El Pontífice compartió con los obispos argentinos que le invitaron a visitar “su casa”, la agenda de sus viajes apostólicos, incluso aquellos aún no oficializados para indicar que no es que no quiera volver, sino que, por ahora, está enfocado en los compromisos ya fijados, la prioridad es llegar a zonas de conflicto y a las periferias incendiadas que no esperan.Año 2020 o 2021, podría ser (por fin) la buena vez, que se fije una fecha para el viaje de Francisco a su país natal. Por ahora, está enfocado en sus compromisos ya fijados, la prioridad es llegar a zonas de conflicto y a las periferias incendiadas que no esperan. Francisco por lo tanto marcó la agenda pastoral con los obispos de su país: primero cercanía con el pueblo, liderazgo de los jóvenes, educación y acabar con la lacra de los abusos, entre otros temas.
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¿El Papa está cerca de confirmar su visita a Argentina?
El primer Papa argentino de la historia, ha recibido a dos grupos de obispos de su país en estos días, 2 y 3 de mayo, en el Vaticano, con motivo de la tradicional visita ad Limina, en la cual, los obispos entregan informes de sus diócesis al Pontífice (esto sucede cada cinco años). La última vez, los recibió el papa Benedicto XVI. Estas entregas durarán hasta el próximo 16 de mayo.
Por su parte, durante las reuniones, Francisco ha reiterado los temas pastorales que más le preocupan: educación, acompañar a los jóvenes en sus vocaciones y liderazgo, la unión en un país polarizado, la falta de trabajo, el aporte de la iglesia a los más pobres en medio de la actual crisis económica que golpea diversos sectores de la nación y que agudiza la división política.
Los obispos, recibidos hasta el momento, informaron al Papa sobre las recientes inundaciones que han golpeado las provincias septentrionales de Chaco, Corrientes, Misiones y Formosa. Cada encuentro, ha durado dos horas, con grupos distintos, el primero de 30 obispos de las regiones platense, litoral y nordeste del país y hoy con monseñor Guillermo Rodríguez-Melgarejo, obispo emérito de San Martín; monseñor Oscar Domingo Sarlinga, Obispo emérito de Zárate-Campana.
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La visita a Argentina
En primer lugar, los obispos en un ambiente definido “fraterno”, invitaron a su “casa” a Jorge Mario Bergoglio, quien no regresa a su país natal desde hace seis años, cuando en febrero 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, compró un pasaje de avión (ida y vuelta) para participar en Roma al cónclave, que luego le eligiera como el 266 Sucesor de Pedro.
Francisco ha compartido con los prelados argentinos la agenda de sus próximos viajes y compromisos. Gesto para subrayar con cortesía que la prioridad de su pontificado está, en estos momentos, puesta en aquellos lugares donde hay una emergencia pastoral, así como indicó desde el inicio: la Iglesia es una hospital de campaña.
“Pero, iré”, dijo Francisco que está considerando su viaje a Argentina, confirmó monseñor Alberto Germán Bochatey, obispo auxiliar de La Plata a Vatican News. Sin embargo, aún no hay una fecha oficial. Según la agencia Telam, Francisco espera viajar en 2020.
Obispos cercanos que miren a los ojos
Además de los grandes macro temas importantes, el Papa, vuelve a sus pasos de director espiritual de sacerdotes y de obispos en Argentina y fuera del país, para invitar a los prelados a buscar la “profundidad” de las relaciones interpersonales, mirar a los demás al rostro, y dar prioridad al “encuentro personal”: “no tener miedo, también como obispos, con tantos compromisos administrativos u oficiales, a caminar entre la gente, dialogar, encontrarla”.
Los jóvenes
El Papa que firmó hace poco la Exhortación apostólica post sinodal Christus Vivit (Crito Vive), exhortó a los obispos argentinos a presentar a Jesús cercano, presente en la vida cotidiana, uniendo dos valores: el religioso y el humano, entregar a los chicos y las chicas el valor de la vida misma, agregó el obispo auxiliar de La Plata. A Francisco le preocupa que la iglesia no sea escuchada por los jóvenes por falta de testimonio.
En el contexto de los casos de abusos cometidos por el clero en varios países, el Papa también recordó a los seminaristas para que los obispos y formadores sean exigentes con ellos y entiendan el “compromiso” detrás de la vocación, la “profundidad espiritual” y la vida misma al servicio de la Iglesia. “El sacerdote es un testigo que invita a seguir a Jesús”.
Los abusos sexuales
Francisco está enfrentando el tema de los abusos cometidos por miembros del clero, en sus intercambios con los obispos que vienen de visita al Vaticano. Al respecto, la Conferencia Episcopal Argentina informó que ha aplicado una serie de medidas para ayudar a las víctimas a denunciar. Francisco ha subrayado que el abuso de menores es un delito, además de una señal de “falta de profunda fe”, contó mons. Bochatey a Vatican News.
Por otro lado, medios locales informaron sobre las reivindicaciones de varias organizaciones de víctimas de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia Católica en Argentina y exigen la intervención inmediata del Papa. Aseguran que, hasta ahora, las medidas contra los abusadores han sido débiles y que en su país gozan de una “clara protección”.
Mártires de la Rioja nuevo impulso misionero para la Iglesia
El Papa y los obispos consideran que en el contexto actual de Argentina, un país católico, mariano por vocación, el desafío de la Iglesia está en dar nuevos bríos a la evangelización, especialmente en estos momentos de fuerte polarización y división en el panorama político. En este sentido, la beatificación de los mártires de la Rioja ha sido un evento que marca un renovado impulso misionero.
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Todo ello, presente en el recuerdo coherente, hasta las últimas consecuencias, en la vida y la obra de mons. Enrique Ángel Angelelli, el franciscano conventual Carlos de Dios Murias, el sacerdote Gabriel Longueville y el catequista Wenceslao Pedernera, asesinados en 1976 durante la dictadura militar en Argentina.
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