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América Latina: Los derechos humanos toman las pantallas

DOS OTOÑOS EN PARIS
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Macky Arenas - publicado el 08/04/19
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Una tendencia que se fortalece en la medida en que la dignidad humana es pisoteada. La mujer, heroína de estas luchas

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Los derechos humanos han pasado, gradualmente, a ser protagonistas de guiones que visibilizan el sufrimiento de los pueblos cuando el poder deja de servir y se concentra en oprimir. Diversos films, grabados en las últimas décadas, han colocado en primer plano la epopeya de ciudadanos que han arriesgado todo por defender la dignidad de la persona humana y los derechos inalienables que le son inherentes.

Distintos festivales, ciclos de cine, conversatorios temáticos y foros sobre películas emblemáticas han mostrado el interés de productores y directores por el tema, sobre todo en nuestro continente latinoamericano.

En 2015, el Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos de Chile, fue sede del Ciclo de cine: “Memoria y Derechos Humanos” donde se presentó una selección de premiadas películas latinoamericanas provenientes de México, Perú y Uruguay. Todo ello busca facilitar una jornada de inmersión y reflexión ética a la temática de los derechos humanos en el contexto de hechos acontecidos en países de Latinoamérica, por medio de destacadas cintas.

En 2018, el Sistema de las Naciones Unidas (SNU) en Bolivia, el Festival de Cine Bajo Nuestra Piel (BNP) y la Cinemateca Boliviana realizaron el lanzamiento de la cuarta edición del Festival de Cine Internacional en Derechos Humanos en el marco del 70 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que tuvo lugar en La Paz a finales de ese año. Se premiaron categorías, se dictaron talleres y clases magistrales y se generaron debates en torno a la defensa de los DDHH.

La denuncia en pantalla

Por razones ideológicas, pero también en base a la realidad más cotidiana, el tema derechos humanos adquiere una relevancia inusitada. No sólo nos referimos a los derechos civiles y ciudadanos en general, sino particularmente a los que refieren al respeto y vigencia de los más elementales como la vida en libertad y el respeto a la integridad de las personas. Derechos inherentes, sin distinción de nacionalidad, lugar de residencia, sexo o cualquier condición, pues es así como se definen los Derechos Humanos (DD. HH.) en el principio de universalidad (1948) que, en uno de sus primeros apartados, expresa que “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.

Y aunque la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) de las Naciones Unidas, incluye varios tópicos dentro de aquello que se considera DD. HH., el respeto a los tres mencionados es fundamental y, a pesar de su conocimiento, las noticias en América Latina no son buenas.

Así lo reflejan los últimos informes disponibles realizados por ACNUDH y Amnistía Internacional, donde señalan que discriminación, desigualdad, oleadas de violencia, detenciones arbitrarias e impunidad, son la norma en todo el continente. Según informes de la ONU, América Latina y El Caribe sigue siendo “la región más violenta del mundo para las mujeres” con la tasa más alta de violencia no conyugal y la segunda tasa más alta de violencia conyugal.

Dos otoños en París

No es de extrañar, entonces, que la mujer aparezca con frecuencia como personaje principal en estos dramas que son llevados a la pantalla como testimonio de resistencia y de coraje. Es el caso del último film producido en Latinoamérica, cuyo rodaje terminó en febrero pasado. Se trata de “Dos Otoños en París”, el cual pronto estará en los cines para reproducir la historia, verídica, de una joven paraguaya cuyo calvario se desarrolla durante la dictadura de Alfredo Stroessner, militar y político que ejerció el poder durante el más largo período en que una sola persona ha detentado la jefatura de Estado y gobierno de una país sudamericano en modo continuo, y el segundo de América Latina después del de Fidel Castro.

Stoessner lideró Paraguay con mano de hierro por casi 35 años. Fue un período que se conoció como el “Stronato” (1954-1989). El régimen de Alfredo Stroessner convirtió a Paraguay en uno de los países más desiguales del mundo y la citada película reproduce las vicisitudes de una valiente joven en su lucha contra aquél horror.

El papel de la mujer en el combate por los derechos humanos

Con guión de Gustavo Michelena y Dirección de Gibelys Coronado, Dos Otoños En París mantiene expectante a la comunidad del cine venezolano, esperando a finales de año el estreno en pantalla grande. Bajo la producción ejecutiva de Francisco Villarroel y la dirección de producción de Alejandro León, el largometraje es protagonizado por los jóvenes actores María Antonieta Hidalgo y Slavko Sorman. Francisco Villarroel es el autor de la novela y abogado en Derechos Humanos. Todo el equipo, incluyendo los actores, son venezolanos. Villarroel insiste en que “el papel de la mujer es muy destacado porque así ha sido su rol en estas luchas”.

Siempre hay historias hermosas que contar…y más si es otoño y es París

Confiesan haberse inspirado “en el cine europeo, principalmente en el francés pero, a su vez, adaptándolo a lo que ha sido la cinematografía latinoamericana y a esas películas que denuncian la persecución y la tortura de los opositores a una dictadura, ya sea ésta de derecha o de izquierda”. Dice Coronado: “Lo importante es que el público pueda encontrarse con el arte y soñar a partir de una historia. De modo que una buena historia, y que esté bien contada, siempre va a interesar al público”.

Importante novedad en este film es que técnicamente se apoyan en las ventajas del cine digital, como el uso de la técnica del chroma, herramienta innovadora en Venezuela “con la que se logra –según explica- recrear escenarios románticos de la ciudad de París, por ejemplo. Ha resultado complejo trabajar con este recurso, pero no imposible. Confío en que obtendremos un resultado alucinante y nunca antes visto en el cine nacional”.

En plena crisis, un esfuerzo coronado

El principal reto del equipo, no obstante, fue lograr producir la película en un contexto de crisis general y aguda como la que vive Venezuela. “Y lo digo por la situación económica, social y política que vive el país actualmente –expresa la directora- que afecta indudablemente a las personas en todos los ámbitos de la vida (…). Y esa misma coyuntura no nos deja ver las historias bonitas que podemos contar y que el público definitivamente querrá ver. Sin embargo, a pesar de la crisis, quiero que la historia hable. En toda situación, siempre nace una historia hermosa que debemos contar. Y ese es el caso de Dos otoños en París”, sentencia Coronado. –

Sinopsis de la historia

Aleteia tuvo acceso a una síntesis de esta conmovedora historia y, gracias a la amabilidad de su producción ejecutiva, obtuvimos también impresionantes gráficas de algunas escenas del film. A continuación, la sinopsis:

“En el presente, en otoño, el abogado venezolano Antonio Rodríguez (50), regresa a París luego de prolongada ausencia, para dictar una conferencia sobre “Los Derechos Humanos”. Camino a la conferencia recuerda momentos del pasado que marcaron su vida al llegar a Francia por primera vez, también en otoño, a la edad de veinticinco años, para hacer un postgrado en derecho. Recuerda especialmente el amor entre él y María Teresa (20), bella joven Paraguaya, refugiada política. Antonio y María Teresa se conocen en la academia donde estudian la lengua francesa y enamorados de inmediato, deciden vivir juntos. Un amor apasionado caracteriza su relación; y en la vida compartida, Antonio conoce el pasado reciente de la joven exiliada, pasado doloroso marcado por la tortura en prisión y la supuesta muerte de Ramón (24) joven líder político universitario, primer amor de María Teresa, a quien ella ha jurado fidelidad a su memoria y compromiso de continuar la lucha por la liberación de su país de la dictadura. María Teresa pertenece a un grupo de Paraguayos que luchan en el exilio por su causa política, y Antonio se va sensibilizando cada vez más por influencia de ella y del grupo en el tema de la injusticia social, sin que esto le impida cumplir con el propósito que le llevó a Francia: hacer el postgrado en la Universidad Aix-en-Provence; por lo que le plantea a la joven, mudarse a esa ciudad, establecer allá su residencia y consolidarse como pareja. Así lo hacen y una vez establecidos, conciben la idea de tener un hijo; a pesar de que ella, siente incomodidad por el rol de ama de casa que comienza a vivir, que su participación en la lucha política es cada vez más limitada y más lejano el cumplimiento del juramento dado a Ramón. Mientras éste, que había sido dado por muerto, aparece vivo. Acontecimiento inesperado que hace que María Teresa renuncie a su vida con Antonio y regrese a Paraguay a cumplir su juramento. Infructuosamente, desesperado Antonio la busca y renuncia a ella al enterarse que ha regresado a Ramón y a su vida política. Finalmente, años después, Antonio dicta su conferencia e imaginariamente ve llegar a María Teresa y como si ella estuviese presente se la dedica, en homenaje al amor vivido y jamás olvidado”.-

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