El Club Atlético Patronato de la Juventud Católica, más conocido como Patronato, vive por estos días momentos de gran expectativa. Tras tres temporadas en la Primera División del fútbol argentino, este fin de semana depende de sí mismo para mantener la categoría. En su estadio de Paraná recibirá a Argentinos Juniors y si gana, no dependerá de ningún otro resultado. Para hacerlo, espera colmar las gradas de su estadio, el Presbítero Bartolomé Grella, y habilitará acceso gratuito para mujeres y niños.
Patronato fue fundado en 1914 por el padre Bartolomé Grella, sacerdote italiano profesor en el seminario que veía en el fútbol una herramienta para acercar a los niños a la catequesis. Todo comenzó en una “cancha de piedritas”, pero pronto se confirmaría que el sueño estaría para más. Durante los primeros años, el club fue cambiando de sede hasta que en 1931 el padre Grella adquiere un terreno en el que construye una capilla dedicada a Santa Teresita y dos campos de juego, uno de medidas reglamentarias y otro para entrenamiento.
El fútbol atraía a los jóvenes a la catequesis, pero involucraba a la familia, fundía clases sociales, llevaba alegría a los hogares. Por eso la obra del padre Grella fue luego continuada por otros como padre el Juan Jacob, quien terminó de perfilar el Club Patronato tal como hoy lo conocemos.
Ya desde la década del 20, Patronato había sido protagonista de la liga local. En 1978, tras conquistar el torneo regional, participó por primera vez de un campeonato en la máxima categoría, división a la que regresó recién en 2015, tras una épica campaña en el Torneo Nacional B y un final de película con una heroica atajada de Sebastián Bértoli en el último encuentro, en el último penal. Familias de paranaenses que apenas diez años antes veían a su club a kilómetros de los primeros niveles se disponían a disputar ahora, de manera frecuente, partidos con clubes como River, Boca, Independiente, entre otros.
Cuando hace cinco años se celebró el primer centenario del Club se celebró una sentida Eucaristía en la que se recordó el espíritu evangelizador del padre Grella, en cuyo honor hoy se denomina el estadio, pocos imaginaban lo que ocurriría desde el año siguiente. En esa ocasión, también se entronizó una imagen de Santa Teresita dentro de una Institución en cuyos pasillos también se recuerda a otro presbítero, cuyo nombre lleva uno de sus espacios sociales: el padre Julio Metz, recordado sacerdote, prelado de Honor de Su Santidad, fallecido en 2006, quien nunca dejaba de alentar a su patronato cada domingo.
Como cada año, antes del inicio de la temporada, cuando iniciaba la Liga actual el plantel superior fue hasta la hoy parroquia de Santa Teresita para la Santa Misa. En aquella ocasión el párroco explicó al sitio elonce.com “viene un camino largo para hacer en la Superliga, muchos kilómetros para recorrer, muchos viajes. Detrás de los jugadores está la familia. Además pedimos por el club que presta un servicio al barrio, a la ciudad y a la provincia, porque es el único equipo que está en Primera División. Nos representan a lo largo y ancho del país”, y explicó “Patronato quiere decir protección. Patronato de la Juventud Católica fue pensado por el Padre Grella como un lugar para cuidar a los chicos y a los jóvenes. No queremos que se pierda la mística del fundador y mantenemos esta tradición”.
Además del plantel superior, las divisiones inferiores suelen concurrir a esta parroquia, que celebró la llegada a Primera División, que perpetúa el legado del Padre Grella.
Santa Teresita debe estar escuchando varias de las plegarias de los simpatizantes del Negro por estas horas, como seguramente varios de los presbíteros que supieron perfilar una institución orgullo de Paraná y hoy están en el cielo. El Patrón quiere seguir siendo de Primera.
Otro fundado por un sacerdote
Patronato de la Juventud Católica no es el único club de Primera División en haber sido fundado por el espíritu evangelizador de un sacerdote. El padre Lorenzo Massa, por recordar a uno, fue el fundador de San Lorenzo de Almagro, entidad de la que es socio honorario e histórico simpatizante el Papa Francisco.
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