¿Cómo lograr que el tiempo de pantalla no se convierta en una lucha diaria con nuestros hijos?

El tiempo de pantalla se ha convertido en un verdadero problema para padres alrededor del mundo. Algunos estudios indican que niños entre 5 y 16 años pasan hasta 6 horas al día frente a una pantalla

El tiempo que pasan nuestros hijos “conectados” o frente a las pantallas se ha convertido en tema principales de la educación moderna. Distintos estudios afirman que cada día los niños tienen más acceso a la tecnología y que hasta construyen un pequeño ecosistema en su habitación en el que tienen al alcance todos sus aparatos y medios tecnológicos. 

Aunque existen diversas guías sobre el tiempo de pantalla que deben consumir los niños según la edad (como esta de la Academia Americana de Pediatría) sabemos que educar no es un proceso en serie, y que estas guías deben adaptarse a la situación de cada familia así como a las necesidades y personalidad de cada niño.

Pero ¿cómo hacer para no pelear todo el tiempo una vez que hayan determinado las reglas del uso de pantallas en tu hogar? Aquí algunas ideas:

1. Comparte su tiempo de pantalla: involucrarte en lo que el niño hace en las redes tiene muchos beneficios. En primer lugar sabes lo que hace y podrás estar alerta ante cualquier peligro, y en segundo lugar te ayudará a fortalecer la relación con tu hijo porque puedes compartir sus intereses. Al compartir con él también te darás cuenta de cuanto tiempo realmente está utilizando o si en realidad está perdiendo el tiempo, y así podrás ajustar mejor tur normas a la realidad
2. Utiliza el cuando y entonces: no es necesario usar el tiempo de pantalla como premio o castigo, pero la Dra. Elizabeth Kilbey en su libro “Niños desconectados” recomienda usar la técnica del cuando y entonces. Por ejemplo: Cuando hayas terminado todos tus deberes, entonces podrás prender la consola, o cuando hayas jugado afuera por 1 hora, entonces podrás utilizar la Tablet. Esto hará que terminen las labores realmente importantes para su desarrollo y establece un límite claro que elimina las peleas diarias. Eso si: Trata de establecer límites claros y no cambiarlos todos los días, porque esto puede generar frustraciones y peleas.
3. No le des tanta importancia al tiempo de pantalla: si conviertes este tiempo en algo inalcanzable, o que solo puede ganar después de pasar por muchos obstáculos, estás colaborando con la creación de una obsesión. Sin querer le estás dando al tiempo de pantalla una importancia excesiva. Trata este tiempo como una distracción más de las muchas que puede tener en su vida, y enséñalo a distribuir su tiempo entre todos sus intereses de una manera ordenada y racional.
4. Sé constante: la mayoría de las batallas campales comienzan cuando los niños saben que podemos ceder si se quejan lo suficiente. Si somos constantes en mantener las reglas establecidas, y ellos reconocen que las normas están allí por una razón, la lucha por el tiempo de pantalla no se convertirá en una ocurrencia diaria. Ya ellos saben qué esperar de nosotros, y lo que nosotros esperamos de ellos.