Es interesante verificar que las mayorías ciudadanas favorecen la migración, no obstante el ruido de los extremismos y los nacionalismo diga lo contrario. Y, a veces, los gobiernos también.
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Una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Pew de Estados Unidos demuestra que en los 18 países que albergan más de la mitad de los migrantes que hay en el mundo, la mayoría de los ciudadanos dice que los inmigrantes fortalecen a su país.
De hecho, la media de los países encuestados por el Pew arroja un resultado favorable –en opinión de los ciudadanos—sobre los inmigrantes en sus países: 56 por ciento piensa que son una fuerza mientras que 38 por ciento los ve como una carga.
Los que tienen muchos inmigrantes están a su favor
Es más, en diez de los países encuestados, las mayorías ven a los inmigrantes como una fuerza más que como una carga. Entre ellos se encuentran los que superan siete millones de migrantes: Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá y Australia.
En el punto contrario, Grecia, Sudáfrica, Rusia e Israel ven a los migrantes como una carga para sus países. Con la excepción de Rusia, estos países tienen cada uno menos de cinco millones de personas migrantes ocupando su territorio. Italia y Polonia también los ven como una carga.
Según la Oficina de Censos de Naciones Unidas, hay en la actualidad cerca de 127 millones de migrantes en el mundo, siendo los destinos más tradicionales de migración Estados Unidos, Canadá y Australia, y los nuevos destinos los países de Europa.
Canadá el que más los acepta, Hungría el que menos
El primero de todos los países encuestados cuyos ciudadanos ven a los migrantes más como una fortaleza que como una carga pesada es Canadá. En este país, 68 de cada cien ciudadanos los ven como un apoyo mientras que 27 de cada cien los observan como un peso que hay que enfrentar.
A Canadá le siguen, en orden de apreciación de los migrantes, Australia (64 por ciento a favor), Reino Unido y Suecia (62 por ciento), Japón y –sorpresa grande para los nacionalistas—Estados Unidos (59 por ciento a favor y 34 por ciento en contra, por 31 por ciento en contra en Japón).
Por lo demás, en la parte de la tabla inclinada a pensar que las migraciones son una carga para el país, el que menos los acepta como un apoyo es Hungría en donde solamente cinco húngaros de cada cien los ven como una fortaleza, mientras 73 de cada cien los contemplan como una carga.
Luego sigue Grecia, con un porcentaje mayor de ciudadanos que los ven como una carga (74 de cada cien), pero también un mayor porcentaje los ven como una fortaleza (diez de cada cien). Le siguen Italia, Rusia y Polonia con un balance muy negativo con respecto a la posición de los migrantes en sus economías.
En Estados Unidos, la opinión ciudadana ha cambiado
Cabe señalar que Estados Unidos es, con enorme diferencia, la nación con mayor número de migrantes que hay en el mundo. En territorio estadounidense viven, según datos de 2017, 44.410.000 personas que nacieron en otro país, cerca de 18 por ciento de su población total.
Y ahí, seis de cada diez ciudadanos (59 por ciento) dicen que los inmigrantes fortalecen al país debido a su trabajo y talento, mientras que un tercio (34%) dice que los inmigrantes son una carga porque se llevan puestos de trabajo y prestaciones sociales.
Las opiniones sobre los inmigrantes han cambiado en Estados Unidos desde la década de 1990, cuando la mayoría de los estadounidenses dijeron que los inmigrantes eran una carga para el país. Tal parece que también ha pasado el mismo fenómeno en buena parte de los países receptores. Pero no en la mente de algunos de sus dirigentes.
*Con información del Pew Research Center*