Es la segunda agresión en menos de un mes que sufre una iglesia en este país sudamericano, uno de los más laicos de América Latina
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“Estamos desconcertados”, así de sencillo y escueto fue Pablo Bonavía, el párroco de la iglesia San Antonino del barrio montevideano Jacinto Vera al ser consultado por Aleteia sobre el ataque con bomba molotov que se produjo en la madrugada del miércoles 20 de marzo a manos de personas encapuchadas.
Según trascendió en las últimas horas a través de medios locales como El Observador, “la entrada a la iglesia amaneció teñida de negro y con parte de la puerta quemada”.
Horas antes, en la madrugada, en base al testimonio de vecinos que escucharon dos detonaciones, fue posible visualizar a un grupo de jóvenes encapuchados en la zona, los autores del ataque a la iglesia con bomba molotov (explosivo de fabricación casera también conocido como cóctel), algo que derivó en el llamado a los bomberos luego del inicio de incendio.
A la hora de encontrar alguna explicación a lo sucedido, Bonavía fue claro en establecer que no se sabía cuál podría haber sido la motivación de la agresión y que el hecho generó mayor sorpresa por tratarse de una zona que no es céntrica, además de tranquila en cuanto a este tipo de situaciones.
El propio Bonavía confirmó a Aleteia que se realizó una denuncia en la seccional 13 de Montevideo a la espera de alguna respuesta de parte de las autoridades policiales para dar con los autores.
Lo acontecido representa el segundo ataque en menos de un mes que sufre una iglesia en Uruguay, uno de los países más laicos de América Latina y lugar donde estas cuestiones, cuando suceden, no adquieren mayor notoriedad.
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Anteriormente, con motivo de las marchas y manifestaciones del 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer, la emblemática iglesia céntrica del barrio Cordón, Nuestra Señora del Carmen, fue atacada con bombas de pintura a manos de feministas radicales.
La situación, que se repitió por tercer año consecutivo y con la misma iglesia como protagonista, generó rápido repudio e indignación.
“Se repite y es lamentable. Al dañar el templo se está hiriendo el corazón de todos los fieles católicos. La iglesia tiene sus errores y pecados, que están a la vista de todos, pero tiene un caudal de bien y amor que siembra día a día en Uruguay, que se haga esto por unas pocas personas es lamentable”, dijo en su momento el arzobispo de Montevideo, cardenal Daniel Sturla, en declaraciones a medios locales como Monte Carlo.
Compartimos la declaración de la Oficina de Prensa del Departamento de Comunicación de la #Iglesia Católica de #Montevideo ante el ataque con bombas de pintura a la Iglesia del Cordón en la marcha del #8M https://t.co/kmO9ocwOhp
— IglesiaCatólicaMdeo (@ICM_uy) March 9, 2019
¿Qué sucedería si la Iglesia faltara un solo día?
La Iglesia de San Antonino, una de las construcciones más distintivas de la zona con una torre bastante característica, se encuentra ubicada en el corazón de un barrio que lleva un nombre cargado de mucho significado para la comunidad católica en Uruguay, nada más ni nada menos que Jacinto Vera (1813-1881), el primer obispo uruguayo y declarado venerable por el papa Francisco en 2015.
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No en vano, desde hace meses la iglesia de Montevideo viene trabajando en el Programa Misionero Jacinto Vera, “Casa de Todos”, instancia donde está previsto que durante la Pascua 2019 las diversas comunidades salgan al encuentro de las personas que se han alejado de la fe.
Incluso, en los últimos días se lanzó a través de las redes un video en el que deja en claro la importancia de la acción de la Iglesia de Montevideo y qué sucedería si faltara un solo día.
La #Iglesia es #CasaDeTodos. De todos para todos ⛪🙌 ¿Qué sucedería si ella faltara un solo día? Mirá 👇 pic.twitter.com/UsA9e98cqj
— IglesiaCatólicaMdeo (@ICM_uy) March 19, 2019
Mientras todo esto sucede, la pregunta de hasta cuándo estos ataques, que comienzan a ser un poco más comunes y frecuentes, seguirán aconteciendo y pasando desapercibidos prosigue dando vueltas en el aire. Por ahora la respuesta es solo una: “casa de todos”.
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