Con el clamor del Papa porque no se derrame más sangre en Venezuela se despide la JMJ. Según testimonios compartidos con Aleteia, son signos que conmovieron a los jóvenes, quienes siguen desde Panamá los momentos de gran tensión que vive la nación sudamericana
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Culmina la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) con el apelo del Papa Francisco porque no se derrame más sangre en Venezuela, según dijo desde el avión rumbo a Roma, tras lamentar la grave violencia que afrontan en la nación sudamericana.
Entre los más de 400 mil jóvenes que acudieron a la cita internacional, había un número significativo de venezolanos. También entre los organizadores, quienes participaron en la pre-jornada, en un deseo por sentir el abrazo de la Iglesia Católica en momentos cuando más de cuatro millones han huido en menos de dos años de la peor crisis humanitaria de su historia.
Dayana Parra compartió con Aleteia su testimonio desde San José de Panamá. Allí reside legalmente hace un par de años, tras lograr partir de su país, donde continúa sobreviviendo el resto de su familia.
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Para alegría suya, no estuvo sola. Se fundió en un abrazo con otra misionera universitaria, Ana Gabriela Ortega, quien llegó desde su tierra, la fronteriza Táchira, luego de que le obsequiaran un boleto para ver de cerca al Papa y contagiarse de ánimo con la marea de peregrinos de todo el planeta.
Mientras estaban en el centro comercial, contó Parra, “nos topamos con un voluntario de España, quien nos dijo que ellos hacían donaciones de medicinas para Venezuela. Eso nos sorprendió mucho, porque de una y otra forma hay mucha gente que nos está apoyando”.
Estas son algunas de las mejores imágenes de lo vivido por los jóvenes:
Consultada por Aleteia con respecto a lo más impactante y conmovedor de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), dijo enfática que el viacrucis… ¿La razón? Esto fue lo que nos contó:
“Obviamente nos impactó mucho. Fue un gesto muy bonito de solidaridad porque en la estación de ‘Jesús es coronado con una corona de espinas’, meditaban que había muchos límites con ‘coronas de espinas’ pues les están limitando el ingreso a las personas por sus nacionalidades, tras discriminarlos y darles la etiqueta de ‘delincuentes’ y ‘personas no gratas”.
“Lo ofrecían por todas esas personas que de una u otra forma tenían que salir de su país y que incluso se habían quedado sin hogar, sin compañía y sin patria. De verdad fue imposible no llorar y no conectarse… porque es lo que nos está ocurriendo a nosotros”, dijo conmovida.
“Las demás estaciones fueron muy significativas y conectadas con la situación de cada país. Pero por la forma actual de nuestra realidad, y debido a lo que pasamos en estos días en Ecuador, ¡ésa en particular nos llenó y conmovió mucho!”, agregó.
Francisco: “Temo el derramamiento de sangre”
El Papa Francisco llegó este lunes a Roma tras participar en la JMJ en Panamá. Durante el vuelo, admitió que teme el “derramamiento de sangre” en Venezuela y sostuvo que le “aterra” la violencia que podría desatarse tras la aguda crisis que afronta el país sudamericano.
Ante el grupo de periodistas que lo acompañaban, indicó: “¿Qué es lo que me asusta? El derramamiento de sangre”.
Ya en la víspera, durante el Ángelus, el Papa clamó a Dios por Venezuela, al tiempo que hizo votos por lograr una *solución “justa y pacífica”*, con respeto a los derechos humanos. Dijo que no se pronunciaba “sobre lo que hay que hacer porque sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño”.
El Santo Padre dijo que reflexionó mucho acerca de las palabras que usaría sobre el país: “Las palabras las pensé y las repensé. Y creo que con eso expresé mi cercanía, lo que siento”.
También reiteró su sufrimiento ante la particularmente compleja crisis, a la que se suman las protestas en las que el uso excesivo de la fuerza y la represión habrían quitado la vida a una treintena de muchachos.
“Sufro por lo que está pasando en Venezuela”
“Sufro por lo que está pasando en Venezuela en este momento”, dijo… Y agregó: “Yo apoyo en estos momentos a todo el pueblo venezolano. Un pueblo que está sufriendo, incluso los que están de una parte y de otra, ¡todo el pueblo sufre!”, al tiempo que pidió “grandeza” a quienes pueden contribuir a superar la crisis. “El problema de la violencia a mí me aterra”, sostuvo.
En los últimos días la violencia se agudizado en distintas partes de la nación, con un alto nivel de incertidumbre, tras la toma de posesión de Nicolás Maduro para un nuevo período presidencial, considerado ilegal por la comunidad internacional; así como por la proclamación del jefe del Parlamento como presidente interino de Venezuela.
Mientras Maduro insiste en mostrar el respaldo de la Fuerza Armada Nacional, Guaidó llamó a nuevas movilizaciones el miércoles y el sábado. El ingeniero de 35 años cuenta con el reconocimiento de Estados Unidos y una docena de países latinoamericanos, mientras que Europa –con España, Alemania y Francia a la cabeza- dio un ultimátum de menos de una semana para la convocatoria a elecciones.
La Iglesia Católica dijo en su más reciente exhortación, que la Asamblea Nacional es el único poder legítimo de Venezuela. Dio respaldo a la marcha del 23 de enero en la que Guaidó se juramentó y recordó al Alto Mando Militar su deber de garantizar la vida de la población.
“Fin de la usurpación, transición y elecciones”
El fin de semana, el tema fue a debate en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidos. Aunque se dio el veto de China y Rusia, los principales aliados de Maduro, el domingo Estados Unidos reconoció al líder político Carlos Vecchio como el Encargado de Negocios de Venezuela y anunció que el gobierno de Guaidó tendría acceso a los fondos del país en EEUU.
La ruta propuesta por el presidente interino tiene tres acciones en el corto plazo: el cese de la usurpación, como calificó la AN al mandato de Maduro; gobierno de transición y elecciones.
En este marco, el Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, *Baltazar
Enrique Porras Cardozo*, dijo desde Panamá, que desea que el cambio para el país se produzca de forma “pacífica y con el menor trauma posible”.
El cardenal, que es también arzobispo de Mérida, dijo que ha estado en contacto permanente con la presidencia de la Conferencia Episcopal (CEV), al igual que con el Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y con el sustituto, el también venezolano Edgar Peña. “El Papa sigue con gran interés y preocupación lo que sucede en Venezuela”, dijo.
