Viaje Apostólico a Panamá [23-28 enero 2019], El Pontífice exhortó a los líderes y adultos a ser coherentes con su liderazgo: “llevar una vida en austeridad y transparencia”. “Otro mundo es posible, lo sabemos y los jóvenes nos invitan a involucrarnos en su construcción”, expresó el papa Francisco durante discurso dirigido a las autoridades políticas y de la sociedad civil en el Palacio de Bolívar de Panamá este jueves 24 de enero de 2019.
En su primer discurso, con motivo de su viaje pastoral para acompañar la Jornada Mundial de Juventud (23-28 enero 2019), el Pontífice instó a los líderes adultos para que “impulsen un pacto social en el que todos puedan tener la oportunidad de soñar un mañana: el derecho al futuro es también un derecho humano”.
“Es una invitación a vivir con austeridad y transparencia, en la responsabilidad concreta por los demás y por el mundo; llevar una vida que demuestre que el servicio público es sinónimo de honestidad y justicia, y antónimo de cualquier forma de corrupción”, expresó ante los aplausos de los presentes.
Los jóvenes “reclaman – sostuvo- un compromiso, en el que todos ―comenzando por quienes nos llamamos cristianos― tengamos la osadía de construir «una política auténticamente humana» que ponga a la persona en el centro como corazón de todo”.
Esto, sostuvo, impulsa a “crear una cultura de mayor transparencia entre los gobiernos, el sector privado y la población toda, como reza esa hermosa oración que tienen ustedes por la patria: «Danos el pan de cada día: que lo podamos comer en casa propia y en salud digna de seres humanos»”.
“Al hospedar los sueños de estos jóvenes, Panamá se vuelve tierra de sueños que desafía tantas certezas de nuestro tiempo y genera horizontes vitales que señalan una nueva espesura al caminar con una mirada respetuosa y llena de compasión sobre los otros”.
El Pontífice instó a ser “testigos de la apertura de nuevos canales de comunicación y entendimiento, solidaridad, de creatividad y ayuda mutua; canales de medida humana que impulsen el compromiso y rompan el anonimato y el aislamiento en vistas a una nueva manera de construir la historia”.
En su discurso, saludó a todo “el pueblo panameño” y agradeció, sobre todo, por el “esfuerzo invalorable” para acoger a tantos jóvenes provenientes de todas partes del mundo. “Gracias por abrirnos las puertas de la casa”.
Recordó la historia del país, en el lugar del discurso, “en este histórico recinto donde Simón Bolívar”, convocó “a los líderes de su tiempo para forjar el sueño de la unificación de la Patria Grande”.
Evocó ese sueño actual de “nuestros pueblos” de construir una “patria grande que sepa y pueda albergar, respetar y abrazar la riqueza multicultural de cada pueblo y cultura”.
“Panamá, el país más angosto de todo el continente americano, es símbolo de la sustentabilidad que nace de la capacidad de crear vínculos y alianzas. Esta capacidad configura el corazón del pueblo panameño”, constató.
El Pontífice hizo hincapié en “la genialidad de estas tierras”, que destacó “está marcada por la riqueza de sus pueblos originarios: bribri, buglé, emberá, kuna, nasoteribe, ngäbe y waunana, que tanto tienen que decir y recordar desde su cultura y visión del mundo: a ellos mi saludo y mi reconocimiento”.
Llamó a ser tierra de convocatorias porque “solo se es capaz de defender el bien común por encima de los intereses de unos pocos o para unos pocos cuando existe la firme decisión de compartir con justicia los propios bienes”.
“Las nuevas generaciones, desde su alegría y entusiasmo, desde su libertad, sensibilidad y capacidad crítica reclaman de los adultos, pero especialmente de todos aquellos que tienen una función de liderazgo en la vida pública, llevar una vida conforme a la dignidad y autoridad que revisten y que les ha sido confiada”.
El Obispo de Roma citó al poeta panameño Ricardo Miró (1883-1940) y su escrito Patria de mis amores para hacer un llamado de sano patriotismo y amor por la propia tierra: “Porque viéndote, Patria, se dijera /que te formó la voluntad divina/ para que bajo el sol que te ilumina /se uniera en ti la Humanidad entera”.
Al final, se despidió evocando la patrona del país: “Que Santa María la Antigua bendiga y proteja a Panamá”.
Antes, el Pontífice efectuó una visita privada de cortesía al presidente de país centroamericano, Juan Carlos Varela Rodríguez, en la sede del Palacio Presidencial (9.30 hora local).
Esta mañana muy temprano, el Papa celebró la misa en la capilla de la Nunciatura Apostólica, donde está alojado, para luego iniciar la agenda del día.
Una multitud alegre saludó la caravana papal en cada etapa de su recorrido hasta la llegada a la sede del poder ejecutivo panameño.