En Merlo se puede emprender un auténtico peregrinaje a algunos infaltables del turismo religioso argentinoNo todo es playa para disfrutar el verano argentino. Entre las posibles escapadas familiares, que además del descanso sirven para crecer espiritualmente, asoma la provincia mediterránea de San Luis, una escapada ideal para la familia que busque la zona de montaña, de quebradas, de cascadas, de historia, y también de crecimiento en la Fe.
Si de huir de las agobiantes temperaturas de enero se trata, Merlo, en esta provincia, es una de las mejores opciones. En ese sector de las sierras de los comechingones se ha constituido un microclima agradable permanente durante todo el año, que la oferta turística ha sabido acompañar con un gran abanico de opciones.
A pocos kilómetros del centro de Merlo, en Piedra Blanca, donde otrora en la segunda mitad del siglo XVIII los Padres Dominicos comenzaron el andar de estos pagos, se encuentra la bellísima y pintoresca capilla Nuestra Señora de Fátima. Pero una vez descansados allí en Merlo, se puede emprender un auténtico peregrinaje a algunos infaltables del turismo religioso argentino.
Cerca de Merlo, el puntapié puede ser el Monasterio Santa María en la Santísima Trinidad, de la Congregación Monjas de Belén y de la Asunción de la Virgen y de San Bruno, más conocido como el Monasterio de Belén, en Carpintería. Al pie de las sierras de Los Comechingones, recorrer los alrededores de sus casas con la nutrida vegetación y la imponente protección de la sierra, es una inmersión a una paz que parece ya imposible en los alrededores de las ciudades.
A 200 kilómetros de Merlo, a 15 de La Punta, se encuentra en Monasterio Benedictino de nuestra Señora de la Fidelidad, en Suyuque Nuevo, muy cerca también de la ciudad de San Luis. Maravillosamente enclavado en la sierra, la construcción de piedra parece oculta entre la vegetación, pero sus paisajes son un dignísimo reconocimiento por el haberse aventurado a los caminos sinuosos para llegar hasta él. Aunque data de 1984, bien pasa por centenario monasterio. Se puede visitar sin interrumpir la paz de las hermanas, recorriendo los alrededores, rezando en la capilla, y también comprando algunos dulces caseros elaborados por las benedictinas.
A poco más de 20 kilómetros de 15 kilómetros, se encuentra Villa de la Quebrada. Fue en el siglo XIX que un lugareño que halló al intentar talar un algarrobo una imagen de Cristo crucificado en el árbol. En torno a la cruz, pronto identificada como milagrosa, se construyó una capilla, y con el tiempo, ya a mediados del siglo XX, un imponente via crucis de mármol de carrara con 14 estaciones a lo largo de 1400 metros.
Conviene, tras la visita a Suyuque y Villa de la Quebrada y antes del regreso a Merlo o donde se esté parando, pasar la noche en San Luis o La Punta. En San Luis, se puede aprovechar para conocer el templo de Nuestra Señora del Rosario del Trono, antiguo templo de Santo Domingo, emblemática construcción legado del siglo XVIII, y la Catedral, con sus imponentes columnas de estilo corintio.
San Luis, destino turístico para la familia que ayuda al descanso, y también prepara el corazón para un nuevo año.