A pesar de la caída de quienes se identifican como católicos –actualmente el 55% -, Chile sigue siendo un país creyente
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Se conocieron los resultados la encuesta del Centros de Estudios Públicos (CEP) sobre religión en Chile. El estudio arrojó que un 55% de los chilenos se identificó católico, una caída de 14 puntos en 10 años. Sin embargo, un 80% cree en Dios, un 56% en la Virgen y un 52% en los Santos.
Las cifras anteriores son confirmadas con la asistencia del 8 de diciembre de casi un millón de personas peregrinaron a la Virgen de Lo Vásquez; o como en octubre más de 60 mil jóvenes de Chile peregrinaron 27 kilómetros al Santuario de Santa Teresita en Los Andes. Esto es lo que se llama “devoción popular” y que se encuentra en el ADN de los países latinoamericanos.
“En Chile hay un arraigo por la creencia y las demostraciones de religiosidad popular, es un tema cultural del país asociado a la religión. No es un país que vaya avanzando hacia la secularización. Esta disminución no responde a temas de fe, sino a cómo la institución ha respondido a los abusos sexuales”, declaró Sergio Carrasco, gerente de comunicaciones de Fundación Voces Católicas.
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La Iglesia en Chile, al igual que muchas instituciones, también se encuentra afectada en su nivel de confianza por parte de la sociedad. El sondeo de la CEP arrojó que este atributo en las iglesias y organizaciones religiosas cayó de un 55% a un 17% en 10 años, dentro de las personas que dicen pertenecer o sentirse cercanos a alguna religión o iglesia. Por ejemplo, el Congreso solo tiene un 5% de confianza por parte de la ciudadanía.
El sacerdote Felipe Berríos sj declaró a La Tercera que ante los resultados de la encuesta “cabía esperar esto, por todo lo que ha pasado. Pero también quisiera usar el ejemplo de cuando vino el Papa, con poca gente en las calles; uno lo comparaba con Perú, donde había mucha gente, comprando estatuillas. Prefiero una religiosidad, una relación en que uno mire al Papa con respeto y cariño, pero también con una fe mucho más madura, sin idolatrar a los representantes religiosos, ni tampoco una religión infantil, en que muchas veces tenemos que creer cosas difíciles de entender”.
A pesar de las cifras, Carrasco es claro en decir “Chile sigue siendo un país altamente religioso y con costumbres religiosas, un país creyente, a pesar de los descensos de la Iglesia Católica”.
Aquí las estadísticas (hacer clic):