El Pontífice envía un mensaje a Bartolomé I con motivo de su santo: San Andrés “En un mundo herido por el conflicto, la unidad de los cristianos es un signo de esperanza que debe irradiar de manera más visible. Con esto en mente, también le aseguro a su Santidad mi oración para que Dios, fuente de reconciliación y paz, nos conceda a los cristianos “tener todos unos mismos sentimientos, ser compasivos, amarnos como hermanos” Dios nos ha llamado para esto, para que podamos “heredar la bendición”.
Lo escribe el papa Francisco en su mensaje dirigido Bartolomé I, Patriarca Ecuménico, en la festividad de San Andrés este 30 de noviembre de 2018.
“Confiando en la intercesión de nuestros patronos, San Pedro y San Andrés, le aseguro a Usted y a todos los fieles del Patriarcado Ecuménico mis renovados y mejores deseos, en nombre de toda la Iglesia Católica”, añadió.
Francisco manifestó sus sentimientos de “profunda estima y afecto fraterno” en el marco del intercambio tradicional de delegaciones para las respectivas fiestas de los santos patronos, el 29 de junio en Roma para la celebración de los santos Pedro y Pablo y el 30 de noviembre en Estambul para la celebración de San Andrés.
El cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, que encabeza una Delegación de la Santa Sede en la fiesta del Patriarcado Ecuménico entregó al Patriarca Ecuménico un mensaje autógrafo del Pontífice latinoamericano, al cual dio lectura pública al final de la liturgia divina.
Ahí, auguró también la “búsqueda del restablecimiento de la comunión plena” y “respuesta a la voluntad de nuestro Señor Jesucristo, quien en la víspera de su Pasión oró para que sus discípulos sean todos uno”.
Francisco instó a buscar la unión. “Pues, unidos, damos una respuesta más efectiva a las necesidades de tantos hombres y mujeres de nuestro tiempo, especialmente aquellos que sufren de pobreza, hambre, enfermedades y guerra”.
El Papa expresó su profunda gratitud hacia el Patriarca “por su presencia en la Jornada de Oración y Reflexión por la paz en Oriente Medio, celebrada el pasado 7 de julio en Bari, a la que asistieron los Jefes de las Iglesias, o sus representantes, de esa zona tan problemática”.
“Es una fuente de gran consuelo compartir con Su Santidad las mismas preocupaciones por la trágica situación de nuestros hermanos y hermanas en la región”, expresó.
El Pontífice indicó que ambas iglesias “han salvaguardado la tradición apostólica con gran cuidado”, a pesar “de las diferencias desarrolladas en las tradiciones locales y en las formulaciones teológicas, que deben ser comprendidas y aclaradas con mayor profundidad”.
Al mismo tiempo, destacó que ambas Iglesias, “con un sentido de responsabilidad hacia el mundo, han sentido esa llamada urgente, que atañe a cada uno de nosotros que hemos sido bautizados, a proclamar el Evangelio a todos los hombres y mujeres”.
Por esta razón, señaló, “hoy podemos trabajar juntos en la búsqueda de la paz entre los pueblos, por la abolición de todas las formas de esclavitud, por el respeto y la dignidad de todo ser humano y por el cuidado de la creación”.
“Con la ayuda de Dios -continuó-, a través del encuentro y el diálogo en nuestro camino juntos durante los últimos cincuenta años, ya experimentamos estar en comunión, a pesar de que todavía no sea plena y completa”.
“Con sentimientos de profunda estima y afecto fraterno, confiando también en sus propias oraciones, intercambio con Su Santidad un abrazo de paz en Cristo nuestro Señor”, concluyó.