Delegados de siete países que visitaron este municipio ubicado en la costa del Pacífico y criticaron la “evidente ausencia del Estado colombiano”. Unos 200 habitantes de la región han sido asesinados en 2018
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Los representantes del Grupo de Trabajo por Colombia —GTC—, una red de delegados de Cáritas Internationalis provenientes de España, Francia, Suiza, Alemania, Gales, Inglaterra y Noruega, afirmaron que “derechos sociales básicos” indispensables para mejorar la calidad vida de los habitantes de Tumaco no han sido atendidos por los estamentos colombianos.
Al término de una visita de cuatro días, los integrantes de la red, acompañados por el coordinador residente de la ONU para Colombia, Martín Santiago Herrero, y el obispo de Tumaco, Orlando Olave Villanova, recalcaron que la población —de mayoría afrocolombiana— carece de servicios elementales para cualquier sociedad, entre ellos, acueducto, alcantarillado, hospitales, asistencia sanitaria y obras de infraestructura.
De igual manera, hicieron un llamado al gobierno y a la empresa privada para trabajar en el mejoramiento de la calidad y en el acceso a la educación de miles de jóvenes que desean ingresar al mercado laboral. Al evaluar la crisis de esta zona afectada durante décadas por el narcotráfico, la guerrilla, los paramiliares y la pobreza extrema, la conclusión de los comisionados fue contundente: “evidente ausencia del Estado colombiano”.
En relación con la violencia que azota al área de influencia de Tumaco, Cáritas de Europa y Estados Unidos señaló que el narcotráfico sigue siendo un factor perturbador porque diferentes grupos generan presión para ejercer control territorial. Como consecuencia de sus acciones mencionaron el asesinado de dos centenares de personas en lo corrido de 2018, entre ellos un alto número de jóvenes. También exigieron de las autoridades respuestas “integrales y efectivas” a la ola de asesinatos y amenazas de líderes sociales y civiles.
El trabajo de la sociedad civil y la Iglesia
Pese al preocupante panorama social, político y de violencia, los representantes de Cáritas, la ONU y el secretario de Pastoral Social, monseñor Héctor Fabio Henao, elogiaron el trabajo pastoral desarrollado durante meses por la Diócesis de Tumaco. En particular, mencionaron su impulso al Comité Tumaco Unido por la Vida y la Justicia, un colectivo integrado por la Iglesia, organizaciones políticas, económicas y sociales para buscar soluciones concretas a los problemas más acuciantes de la población.
Lo que más llamó la atención de los visitantes de ese trabajo entre representantes de la sociedad civil y la Iglesia católica es la consecución de logros especificos como la electrificación de municipios carecían de conexión eléctrica y el avance del puente sobre el río Mira que conectará al Pacífico de Colombia con Ecuador. De igual manera, destacaron la creación de la Mesa de Diálogo Permanente entre los gobiernos nacional, departamental y local y el comité Tumaco Unido.
El Grupo de Trabajo por Colombia —creado para dialogar sobre los desafíos de la construcción de paz— reclamó el cumplimiento integral de los Acuerdos de Paz suscritos por el Estado colombiano con la Farc en lo referente con la costa nariñense, la región en donde está Tumaco. En particular recordaron la necesidad de poner en marcha programas de sustitución de cultivos de coca, restitución de las tierras robadas a campesinos, un mayor enfoqe étnico en una región de mayoría negra, y que haya verdad, justicia y reparación para las víctimas del conflicto.
Colombianos y extranjeros no ocultaron sus preocupaciones al conocer de primera mano la crisis de Tumaco. Sin embargo, en el ambiente quedó la sensación de que las cosas sí se pueden solucionar. Al menos una de las conclusiones divulgadas al término del evento lo resumen muy bien: “…Continuar construyendo escenarios de paz y desarrollo en medio de las dificultades”.
Te puede interesar:
La “noche horrible” de Tumaco (Colombia)