Un nuevo estudio ha encontrado que hay ciertos rasgos que caracterizan los sexos de todas las sociedades. ¿Por qué no podemos darles un buen uso?
La diferencia entre sexos resulta obvia para la mayoría de nosotros, aunque a veces es útil que la ciencia confirme lo obvio.
Un estudio de Gallup World Poll donde entrevistaron a 80.000 personas de 76 países ha demostrado hay seis diferencias de género que se mantienen a pesar de las distintas condiciones de las sociedades.
De hecho, en culturas menos propensas a imponer roles de género estrictos, las diferencias eran incluso más pronunciadas.
Se pueden enunciar cada una de las seis diferencias de forma que favorezca a las mujeres o a los hombres.
Nosotros analizaremos estas diferencias poniendo la mirada en nuestros referentes: María y José.
Edith Stein dijo que las mujeres están construidas, por dentro y por fuera, para la vocación de madre, tengan hijos o no, y María es el ejemplo definitivo de esto.
Mientras, San Josemaría Escrivá también señala a José como el modelo cuyas virtudes masculinas son accesorias de la paternidad.
Todos nosotros necesitamos ser más como María y José y observar estas seis diferencias entre hombres y mujeres puede mostrarnos los caminos pedregosos y los caminos asfaltados en nuestro viaje para conseguirlo.
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No enfatizar demasiado las diferencias entre hombres y mujeres
El estudio señala que de ningún modo debe entenderse que cada miembro de cada sexo tenga cada uno de estos rasgos.
Hay muchas mujeres impacientes y hombres contrarios al riesgo, por ejemplo. Y todas las virtudes mencionadas son necesarias independientemente de tu sexo.
Eso sí, somos como somos por un motivo. Usémoslo.