Un niño con sobrepeso u obesidad puede sufrir graves problemas de salud física y psicológica.
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La obesidad infantil es uno de los problemas de salud más importantes de la actualidad. Además de sus consecuencias en la salud también afecta al desarrollo psicológico de los niños.
Existen muchos mitos y estereotipos que mellan en la autoestima de quienes padecen obesidad. Son niños que sufren rechazo y burlas por parte de sus iguales, poca aceptación y cierta marginación social. Todo esto sumado el culto a la estética que reina en la sociedad de hoy hace que los niños con obesidad puedan tener una baja autoestima y llegar a sufrir depresión.
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Además de estas consecuencias psicosociales, los problemas de salud relacionados con la obsesidad son muchos:
- De crecimiento: Edad ósea adelantada; mayor estatura; aparición temprana de la primera menstruación en las mujeres.
- Respiratorios: Síndrome de Pickwick; Síndrome de apnea de sueño, somnolencia e insuficiencia respiratoria.
- Cardiovasculares: Miocardiopatía; otras enfermedades cardiovasculares; alta presión sanguínea.
- Metabólicos: Diabetes tipo II; resistencia a la insulina; aumento del colesterol y los triglicéridos.
- Ortopédicos: problemas en las rodillas.
- Cutáneos: celulitis, estrías.
Fruto de la ansiedad
En muchas ocasiones la ingesta excesiva de alimentos de los niños con obesidad está estrechamente ligada a factores psicológicos como la ansiedad. Un especialista debería ayudar a los pacientes y a sus padres a identificar la causa de dicha ansiedad para así poder intervenir de forma oportuna para intentar acabar con ella.
Por otra parte, el cambio de los hábitos alimenticios también ha contribuido al aumento de la obesidad. Se pasó de ingerir comida casera a comida congelada e incluso genéticamente modificada, cargada de carbohidratos, grasas saturadas y otras sustancias que afectan al peso.
Está comprobado científicamente que el 75% de los niños con sobrepeso u obesidad serán adultos obesos. Por ello es crucial empezar a prevenir y a intervenir la obesidad cuanto antes a través de la implicación profesional de médicos, psicólogos y nutricionistas.
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La prevención y el tratamiento pasa por
- Los padres de familia, los educadores, médicos y otros profesionales. Es importante que sean conscientes de la importancia que tiene el educar y educarse respecto a este tema.
- Reeducar y promover en los niños conductas relacionadas con la alimentación saludable.
- Modificar hábitos como el exceso de tiempo frente a la computadora, al televisor o con juegos electrónicos
- Aprender a disfrutar de la actividad física, lo cual a corto plazo mejorará el estado de salud, y favorecerá la pérdida de peso beneficiando así la modificación de costumbres, además de mejorar el estado de ánimo.
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