La antropóloga estadounidense Helen Fisher explica el proceso entre el amor y el engaño
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Todos queremos que nuestras relaciones sean felices y estables, y la infidelidad definitivamente rompe corazones. ¿Qué hace que uno se olvide de la persona amada y ceda ante la tentación de engañarlo? Parece que los científicos tienen una respuesta a esta pregunta.
Fisher explica que siempre había pensado en el amor como una serie de emociones, de muy intensas a muy bajas. Pero en realidad descubrió que el amor romántico, originado en el motor de la mente, es mucho más que eso.
Luego de analizar 32 cerebros de personas enamoradas en un escáner funcional IRM halló actividad en muchas regiones cerebrales, llegando a la conclusión de que cuando la persona ama, su sistema produce una gran cantidad de dopamina responsable de la motivación y el deseo.
Por lo tanto, desde una perspectiva biológica, es imposible estar enamorado de dos personas al mismo tiempo. La científica explica que algo que no es amor podría terminar siéndolo, pero nunca la persona podrá sentir el amor romántico en simultáneo.
Por otro lado, teniendo en cuenta las respuestas que dieron las personas mientras estaban siendo estudiadas, se comprobó que el amor es algo tan poderoso que los enamorados son capaces, incluso y sin dudarlo, de hasta dar la propia vida por el ser amado.
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Entonces, si el amor romántico es tan sorprendente y uno no puede sentir lo mismo por dos personas al mismo tiempo, ¿por qué se da la infidelidad?
La antropóloga explica que el amor romántico es uno de los tres sistemas cerebrales que existen; cada uno con un propósito específico:
- el impulso sexual busca a un compañero potencial,
- el amor romántico permite enfocar la energía en una persona determinada,
- y el apego permite permanecer junto al otro.
Sin embargo lo que explica la infidelidad, según el equipo de Fisher, es que estos tres sistemas pueden no siempre funcionar juntos. Por eso, es tan importante que esa relación amorosa sea vivida con la inteligencia y la voluntad, buscando solidez y autenticidad para que ese amor sea fiel y duradero.
Cuando uno busca vivir un amor auténtico el foco está en la persona y su bien. Así, sexo, amor y apego se integran. En cambio, cuando el amor es egoísta y utilitarista, el sexo, el amor y el apego pueden fácilmente ir por carriles diferentes empobreciendo las relaciones.
La vivencia de una sexualidad integrada en el amor personal, es decir que respeta los atributos de la persona: dignidad, identidad, intimidad y libertad aspirando al bien objetivo del otro; es lo que permite que la mujer y el varón tengan más posibilidades de ser felices.
Por eso, la felicidad es el resultado de nuestras acciones. Y estas involucran una elección no sólo teniendo en cuenta la parte afectiva y sensual, sino también nuestra capacidad de dar una respuesta a aquello que nos pasa con la inteligencia y la voluntad.
Cuando elegimos el bien del otro, también es el nuestro. Según Fisher elegir “ser honesto y leal” es la mejor opción. Solo depende de nosotros y de nadie más. La infidelidad no es un acto no planeado. Es la falta de vivir un amor más completo.