Por una alimentación suficiente, de calidad y al alcance de todosHoy, Día Mundial de la Alimentación, es el momento de resaltar el valor de esos alimentos que tenemos en casa a diario, gracias a Dios. Y es que resulta que muchos lamentablemente a pesar de que hoy en día contamos con suficientes alimentos para alimentar a todas las personas del planeta, solo “algunos” pueden acceder a ellos. Consterna saber que a día de hoy todavía hay miles de personas que a día de hoy no logran alimentarse y mueren de hambre.
Desde 2015 se han tomado cartas en el asunto, todos los estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, cuyo primer objetivo es la erradicación del hambre y el segundo todas las formas de malnutrición.
Aun así, los últimos datos reflejan que el hambre ha aumentado y que nos es el único problema al que nos enfrentamos hoy. A pesar de que 821 millones de personas sufrieron hambre el año pasado (11% de la población mundial), hay 1.500 millones de personas que sufrieron deficiencias de micronutrientes que afectan su salud y sus vidas. Además, también sigue aumentando la obesidad entre adultos 672 millones de personas (de 11,7% en 2012 pasamos a 13,3% en 2016) y el sobrepeso infantil afecta a 38 millones de niños menores de cinco años.
Para lograr el “hambre cero” en el 2030 se debe dejar de pensar que solo es necesario alimentar a las personas, sino que además hay que nutrirlas bien, o sea garantizarles que tengan los nutrientes necesarios para poder llevar una vida sana.
Muchas veces hay situaciones ajenas a cada uno que llevan a la pobreza, a pasar hambre, a la malnutrición como los distintos conflictos que se están dando en distintos países de Latinoamérica y otros, los desastres naturales en todo el mundo, que difícilmente se pueden controlar o no se puede hacer demasiado.
Pero como cristianos hay otras en las que si podemos ayudar y hacer algo para cambiarlas con nuestras acciones, a poner en práctica:
- No desperdiciar comida. Prepara lo que necesitas para el momento o congela lo que sobra.
- No comprar de más. Opta mejor por la calidad que por la cantidad. Si por ejemplo al momento de la compra cambias un paquete de galletas de granola, por uno solo de granola, puedes darle más uso y será más saludable. ¡Y no olvides llevar tu propia bolsa o carrito para las compras!
- Si tienes agua potable, úsala razonablemente, por ejemplo, cerrando el grifo al lavar los platos mientras pones jabón o al cepillarte los dientes.
- Compra vegetales y frutas de temporada. Están en su mejor momento, de sabor y con más nutrientes, y son más económicos. Además ayudas a los productores locales y se disminuye la importación de productos.
- Si salís a comer afuera, recuerda que si la porción es grande y no la pudiste terminar te la puedes llevar. Es una manera de no tirarla y darle uso a una comida que está en buenas condiciones.
- Donar alimentos, si tienes alimentos en buenas condiciones que te quedaron del mes, puedes seleccionar algunos y donarlos a merenderos, organizaciones no gubernamentales (ONGS) o banco de alimentos de tu zona para ayudar a otros que lo necesitan.
Estas son algunas acciones que podemos hacer a diario todos para cuidar a otros, a nosotros mismos y a nuestra casa común. Pero es muy importante el apoyo de los gobiernos, con acciones que ayuden a:
- Fomentar desde la infancia buenos hábitos alimentarios y evitar el desperdicio.
- La introducción de la nutrición en los programas escolares, asesoramiento nutricional en los comedores escolares, incentivar escuelas con huertas, el deporte y juego a diario.
- Nutricionistas en los hospitales para mejorar la calidad de vida del paciente, su pronta recuperación y realizar prevención.
- Leyes de etiquetado de alimentos, impuestos a bebidas azucaradas de manera de disminuir el consumo y generar conciencia en las personas sobre alimentos que no son saludables ni nutritivos.
- Regulaciones fuertes a empresas de alimentos, como no se puede añadir sal a las comidas en los restaurantes y brindarles un asesoramiento a los mismos.
- La adopción de métodos para reducir las pérdidas y los desperdicios de alimentos.
El lema del Día Mundial de la Alimentación 2018 es “Nuestras acciones son nuestro futuro”.
Podemos cambiar no solo la malnutrición por déficit sino también por obesidad, que es un factor de riesgo para muchas enfermedades no transmisibles, como las afecciones del corazón, los infartos, la diabetes y ciertos tipos de cáncer.
Por lo tanto, los invito a comenzar, tomar conciencia, y a unir esfuerzos, porque es un problema de todos, que afecta nuestra salud y la de todos y también a nuestra casa común.