Presencia de dos obispos chinos en la Plaza de San Pedro y una especial bienvenida del Papa En la misa de apertura del Sínodo de los jóvenes, en la plaza de San Pedro, este miércoles 3 de octubre de 2018, el papa Francisco exhortó a los obispos a escuchar y acompañar a los jóvenes, recordando que ellos mismos lo fueron. Asimismo, explicó que los tiempos requieren seguir al Espíritu Santo en el “ardor y pasión evangélica” inspirada también en Jesús, por una “memoria que despierte y renueve en nosotros la capacidad de soñar y esperar”.
Una espera y sueño vivido por la presencia de dos obispos chinos en la Plaza de San Pedro, esta mañana, tras el Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y Pekín.
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Los presentes en la ceremonia pudieron ver cómo al Papa se le quebró la voz casi sollozante, diciendo: “Hoy, por primera vez, están también aquí con nosotros dos hermanos obispos de China Continental. Démosles nuestra afectuosa bienvenida: gracias a su presencia, la comunión de todo el Episcopado con el Sucesor de Pedro es aún más visible”.
Invitados por el papa Francisco, los dos obispos son: Giuseppe Guo Jincai, Obispo de Chengde (provincia de Hebei) y Mons. Giovanni Battista Yang Xiaoting, Obispo de Yan’an (provincia de Shaanxi).
Un esfuerzo enorme en materia diplomática que duró más de 10 años. Francisco se sintió conmovido por recibir de nuevo a los sucesores de los apóstoles chinos, signo visible de la universalidad de la Iglesia.
Desde el Concilio Vaticano II, cada Sucesor de Pedro esperaba con ansia que desde China Continental hubiera una respuesta positiva para que pudieran venir a Roma sus pastores.
Hoy la conmoción del Papa representa a casi 10 millones de católicos chinos, especialmente jóvenes, que serán parte simbólicamente del Sínodo. Un valor especial además porque se trata de un evento magno dedicado al futuro de la Iglesia que mira hacia los jóvenes con ternura, esperanza y servicio.
“Sabemos que nuestros jóvenes serán capaces de profecía y de visión en la medida que nosotros, ya mayores o ancianos, seamos capaces de soñar y así contagiar y compartir esos sueños y esperanzas que anidan en el corazón (cf. Jl 3,1)”, sostuvo Francisco durante la homilía.
Momentos antes del gesto de saludo a los dos obispos chinos, el Papa destacó la “actitud de dócil escucha de la voz del Espíritu” que reunió esta mañana a los 267 padres sinodales provenientes de los cinco continentes. Entre ellos, 181 fueron elegidos por sus respectivas conferencias episcopales y cuarenta nombrados por el Papa.
En medio de los abusos sexuales que sacuden a la Iglesia y que alejan a los jóvenes, como reconoció el mismo Francisco en los Países Bálticos, en su homilía, expresó el deseo de que la asamblea que comienza hoy y concluye dentro de tres semanas (el próximo 28 de octubre) “no se deje sofocar ni aplastar por los profetas de calamidades y de desgracias, ni por nuestros límites, errores y pecados”.
Entretanto, hizo un llamamiento para que el trabajo sinodal se desarrolle con una actitud de “escucha sincera, orante y lo más posible libre de prejuicios y condiciones”, para “mirar directamente el rostro de los jóvenes y las situaciones en las que se encuentran”, no dejarlos por el camino y “en las manos de tantos mercaderes de muerte que oprimen sus vidas y oscurecen su visión”.
El Papa concluyó la homilía recordando el mensaje a los jóvenes con el que se clausuró el Concilio Vaticano II. “Padres sinodales: la Iglesia los mira con confianza y amor”.
Se trata del tercer Sínodo presidido por el Papa Bergoglio, los dos anteriores han sido sobre la Familia (extraordinario y ordinario) y que ha concluido con una exhortación apostólica, Amoris laetitia (La alegría del amor» en latín) firmada el 19 de marzo de 2016.
La gioia e la consolazione della piena comunione nella Chiesa! E la Cina per la prima volta #Synod2018 pic.twitter.com/l5pfWIn2k3
— Antonio Spadaro (@antoniospadaro) October 3, 2018