El actor reflexiona sobre los que es el matrimonio para él y para su mujer.Luego de 20 años de matrimonio Will Smith dice sentirse feliz, pero cuando explica qué es la felicidad dice que es la paz, no el placer. Todos piensan que la felicidad es obtener tanto placer como se pueda, pero para el actor no es así. Es un “hermoso estado de miseria”, en el que no necesitas nada más.
En una entrevista compartió que la paz que hoy tiene está asociada a vivir lo que aprendió cuando estaba pasando por un momento difícil en la relación con su esposa: entendió que el matrimonio es un compromiso común, pero también es un compromiso individual y un medio para desarrollarse:
“El matrimonio es un compromiso de relación, es un compromiso común, pero también un singular compromiso con uno mismo de que usará su matrimonio para desarrollarse. El matrimonio exige que uno sea la mejor versión de uno mismo”.
El actor explica que uno tiene una responsabilidad individual, no pierde la singularidad por estar casado con otro. Y utiliza el ejemplo de la semilla y la tierra, que al estar diseñados para hacer lo que tienen que hacer individualmente, crecen juntas.
“El amor no es demandante. No exige querer lo que uno quiere que el otro sea”. Para Will el paradigma del amor vinculado al placer pretende que el otro se comporte de cierta manera, y si se comporta así, y solo así, entonces uno ama – lo que se conoce como la lógica del “te daré esto, me darás esto y entonces nos amaremos”.
El prefiere otro paradigma que cree que define mejor lo que es el amor: el del jardinero y la flor. No va a exigirle al otro que se convierta en lo que él quiere. Quiere ayudarle a convertirse en lo que quiere ser, a desarrollar todo su potencial para ser lo mejor que pueda ser de acuerdo a quien es.
La clave está en conocer cada día a la persona que tenemos a nuestro lado. Will cuenta que cuando acudió con su esposa Jade a un consejero en un momento de crisis de su matrimonio, le preguntaron a ella “¿Hace cuánto lo conoces?” Y respondió “17 años”, pero el profesional le dijo “Ni siquiera lo conoces todavía”.
“¿Ni siquiera me conoce todavía?”, se sorprendió Will. Después estas palabras tomaron un profundo sentido para él.
Lo que Will y Jade no habían considerado era que eran individuos, cada uno con sus particularidades, expectativas y necesidades y que tenían que trabajar en ese conocimiento y desarrollo personal.
Ser cónyuges implica vivir en modo “nosotros” integrando lo “mío” y lo “tuyo” sin absorber la individualidad personal.
“Estamos en caminos individuales, como la semilla y la tierra creciendo juntos. Somos compañeros de vida. Uno está con alguien por el resto de su vida. No hay nada que ella pueda hacer, nada romperá nuestra relación. Ella tiene mi apoyo hasta que muera”.
“Y se siente tan bien cuando estás en ese espacio donde no te estás quejando o preocupándote y exigiendo a una persona que sea de cierta manera para que te sientas mejor contigo mismo”.