La Aparición: El misterio es la clave

La aparición está planteada como una historia de detectives realmente apasionante. El film de Xavier Giannoli nos cuenta la historia de Jacques (un impresionante Vincent Lindon), un reputado periodista francés que recibe un encargo del Vaticano, formar parte de una comisión investigadora para arrojar un poco de luz sobre un hecho insólito. En el sureste de Francia una joven de 18 años afirma haber visto a la Virgen María y, de un día para otro, la noticia se hace viral y los peregrinos acuden por miles a venerar a la joven. Dadas las circunstancias, la Iglesia quiere conocer con detalle que está ocurriendo allí.

Lo primero que llama la atención de una película, digámoslo desde el principio abiertamente católica como La aparición, es la encomiable distancia que su director mantiene sobre los hechos. Es decir, no se implica lo suficiente como para condicionar nuestra opinión sobre lo que estamos viendo pero sí lo necesario como para dejar bien claras cuáles son sus intenciones.

Siendo un film decididamente espiritual, la película de Giannoli no tiene medio de aproximarse a una cuestión tan delicada como una aparición desde los ojos de un escéptico que al final del metraje tampoco terminará de dar el salto completo a la conversión, aunque esto también sea lo interesante.

De entrada, en La aparición vemos como para la Iglesia, este tipo de acontecimientos resultan más incómodos que otra cosa. Un personaje comenta en cierta ocasión que es preferible confirmar un fraude que avalar un milagro. La realidad y lo divino no se suelen acoplar con facilidad. Son dos mundos completamente distintos y en La aparición sus personajes, tratan de darle forma corpórea.

Un periodista, una psiquiatra, un teólogo, un sacerdote y hasta un exorcista escarbarán en las circunstancias que rodean un acontecimiento que, tal y como las plantea Giannoli, parece estar perdiendo su esencia. Lo que debería ser un acontecimiento puro y espiritual va adquiriendo poco a poco tintes de mero espectáculo.

La aparición también evidencia que no todo religioso es necesariamente un hombre de fe, que a veces el hábito no hace al monje. Sobre todo cuando se advierten claras visiones contrapuestas sobre un hecho como una aparición. Y es que, no es fácil hacer frente a situaciones como estas y la película de Giannoli lo retrata muy bien.

Aunque es cierto que a La aparición le sobran algunos minutos (yo soy de los que piensan que una película de más de dos horas no todo el mundo sabe sacarla adelante con entereza) no es menos cierto, que el film se deja ver con sobrada fluidez. Casi como una historia de detectives, la investigación de Jaques, un periodista agnóstico, nos siembra de dudas pero también de esperanzas cuando vemos que las cosas no son lo que parecen.

No es una película perfecta pero está muy cerca y además es una buena historia de misterio. Y como dice uno de sus personajes en una ocasión, buscar pruebas es un poco estúpido porque la fe sin misterio no tendría sentido. Esa es la clave.