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La Abadía de Westminster reabrió un área oculta 700 años después

WESTMINSTER
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Adriana Bello - publicado el 17/09/18
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Podrás ver desde la famosa silla de coronación hasta la licencia de matrimonio de los duques de CambridgeEn esta iglesia gótica anglicana están enterrados los reyes ingleses, se han realizado las más espectaculares bodas reales, fue el funeral de Diana de Gales, se han coronado monarcas y un sinfín de eventos más.

Ubicada al lado del palacio del mismo nombre, esta abadía tiene más de 1000 años de historia, convirtiéndola no sólo en un sitio con muchos objetos valiosos, sino también de muchos secretos.

Uno de los lugares más preciados antiguamente era su ático o triforio, ya que además de albergar elementos de gran relevancia, contaba con una de las mejores vistas de Londres. Hace 700 años fue clausurado al público, pero a partir de junio pasado re-abrió sus puertas para que visitantes de todo el mundo puedan apreciar desde una efigie de la cabeza del rey Enrique VIII modelada a partir de su mascarilla mortuoria hasta la licencia de matrimonio del príncipe William y Kate Middleton.

Se abrió como una especie de museo y fue bautizado como Galería del Jubileo de Diamantes de la Reina para conmemorar las celebraciones por el sesenta aniversario de la coronación de la reina Isabel II en 2012, fecha en la que también empezó la recaudación de fondos para hacerlo posible, ya que esta abadía no recibe fondos ni de la iglesia, ni de la corona, ni del Estado.

Para un mejor y más fácil acceso, el arquitecto británico Ptolemy Dean construyó una nueva torre que tiene toques de diseño contemporáneo pero también góticos para no romper con la estética de la estructura actual que mandó a construir Enrique III en 1245. De hecho, es la mayor adición que se ha hecho en la abadía desde que se añadieron las primeras torres entre 1722 y 1745.

La nueva torre tiene una forma de estrella, inspirada en un motivo encontrado en la capilla mariana de Enrique VII que está dentro de la abadía y está dedicada a la Virgen María. Se puede subir por escalera o por ascensor (está a 16 metros de altura, así que las bellas vistas panorámicas están también aseguradas siete siglos después). El costo de la entrada son 5 libras adicionales a la entrada regular a la abadía y abre todos los días excepto el domingo que hay servicio.

En total hay 300 piezas que están organizadas por temas y cada una cuenta una parte de la larga e interesante historia de esta iglesia que comenzó realmente en el año 960 con unos monjes benedictinos que se establecieron en la isla de Thorney (que luego se convertiría en Westminster). Algunas nunca antes se han exhibido.

Otros de los objetos que podrás ver son la silla donde todos los reyes han sido coronados desde 1308 (la llamada silla de San Eduardo) y el Retablo de Westminster, la más antigua representación de altar que se conserva en Inglaterra.

Sin duda, un lugar para conocer si se visita la capital inglesa, tanto por los objetos que se resguardan en su interior como por el espacio que tenía 700 años cerrado al público.

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