Ubicado al lado sur del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), el caso del Polígono 7 se ha transformado en tema de conversación en los últimos días en Bolivia.
Las autoridades confirmaron que en esa zona se hallaron pozas de maceración de hoja de coca, además de la existencia de unas 400 hectáreas de cultivos de la hoja verde, reporta El Deber.
“En esta área del Polígono 7, evidentemente han sido beneficiados con el cato de coca (equivalente a 1.600 metros cuadrados de plantación del arbusto -40 por 40 metros- por cada cato de coca). En todo este sector estamos hablando entre unas 370 a 400 hectáreas, no más, porque las seis federaciones no deben superar más de 7.700 hectáreas”, expresó el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, tras la confirmación de este hallazgo.
En las últimas horas el gobierno también admitió que solo el 36% de la coca del Polígono 7 es legal.
Es por todo esto que esta situación, en el Polígono 7, una zona equivalente al 10% del total del territorio de Tipnis, genera ruido luego de que en 2017 el gobierno declarara al lugar libre de cultivos ilegales de coca tras la erradicación de 181 hectáreas. En aquella oportunidad, prosigue El Deber, se había reportado aproximadamente 450 hectáreas en el Polígono 7, parte de ellas también con destino a la producción de droga.
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Vulneración de derechos indígenas y medioambientales
Es en ese lugar, Tipnis, donde una comisión del Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza se hizo presente a mediados de agosto para verificar una serie de denuncias de violación del medio ambiente y la “casa común”.
“Están viniendo a Bolivia, ellos han admitido el caso y han programa una visita de una comisión del tribunal para verificar lo que está pasando en terreno, entonces van a entrar al TIPNIS, y van a complementar la información que han recibido”, había declarado previamente el director del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis), Herán Ávila, a radio Santa Cruz, recuerda Iglesia Viva.
Principalmente, uno de los aspectos más álgidos de la denuncia eran los vinculados a la deforestación y la construcción de una carretera en medio de este parque.
Sin embargo, en el caso del Polígono 7, por tratarse de una controlada por colonizadores y cocaleros, esta visita ha generado tensión y han impedido el ingreso de los integrantes de la comisión.
“No hemos podido entrar y ahora podemos retirarnos. Hemos buscado el diálogo de la manera más fraterna y más pacífica posible, tratando de establecer los canales para obtener la información necesaria y ahora no nos permiten irnos de Isinuta”, informó en ese momento uno de los integrantes de la comisión, indica Erbol Digital.
En tanto, mientras la tensión ha ganado lugar en una zona más que especial, el tema de los cultivos de coca se transformó una vez más en protagonista, algo que de alguna manera también se mezcla con el reclamo de los indígenas de la zona, la vulneración de sus derechos y los medioambientales. Todos aspectos que han tenido a la Iglesia a nivel local en constante seguimiento y hasta respuesta.
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