Cuando decimos “teléfono” hoy en día, por lo general nos referimos a un pequeño dispositivo digital portátil que usamos para hacer fotografías, enviar mensajes de texto, buscar información, obtener indicaciones cuando vamos en coche a algún sitio, escuchar música, ver películas y comprobar la hora.
Si lo piensas, la palabra “teléfono” ya no tiene sentido. “Teléfono” significa “sonido lejano”. El dispositivo original que llevaba este nombre fue hecho para hablar con alguien a distancia y la única cosa para la que muchos usuarios de smartphones no parecen usar su teléfono es precisamente para hablar con alguien.
Cuando rechazamos el dispositivo antes conocido como teléfono, perdimos mucho. Las líneas fijas son, de hecho, una gran idea para cualquier persona que comparte un hogar con otras personas.
No obstante, antes de presentar mi argumentación, permitidme decir que estoy totalmente a favor de los beneficios de los teléfonos móviles personales, beneficios como lo son el aumento de la seguridad, la eficiencia de ahorro de tiempo y el llegar a nuestro destino por la ruta más corta posible.
Eso sí, no estoy segura de que siempre sea una ventaja poder contactar directamente a la persona que quieras, en el momento que lo desees. Hay veces, por supuesto, en que esto puede salvar vidas y evitar desastres. Sin embargo, todavía no se ha dicho todo sobre la experiencia de hacer una llamada telefónica sin saber quién contestará, que es lo que solía suceder antes de los teléfonos inteligentes.
Hace poco llamé a mi amiga Karen, que vive muy lejos. Todavía me sabía de memoria su número de teléfono fijo, así que lo marqué y contestó su esposo, Mike, también un querido amigo. Karen no estaba en casa, pero tuve una maravillosa conversación con Mike. Porque todavía conservan su teléfono fijo tuve el placer de hablar con él, ya que habría resultado raro que yo le llamara a su teléfono móvil directamente para charlar como lo hicimos. Incluso he tenido algunas conversaciones divertidas con sus hijos, a quienes nunca he conocido.
Ahí está la genialidad de una línea fija, es un teléfono familiar. Conecta a más personas, no a menos, y de una forma más social. Es inclusivo y fomenta la comunicación y un mayor sentido de comunidad.
Aunque pueda parecer un poco extraño decir que una línea fija fomenta la comunicación más que un smartphone, es justo porque las líneas fijas no son individuales que fomentan la comunicación. Cuando uno llama a un teléfono familiar, no sabe quién contestará, así que tiene que estar preparado. Quizás tengas que confirmar que es el número correcto e incluso es posible que tengas que informar de tu identidad a la persona que contesta (si, como nosotros, ni siquiera tienes identificador de llamadas). Sientes que estás llamando a esa familia, no solo a un individuo, para bien o para mal. Un teléfono familiar tiene un espectro más amplio de potencial de comunicación que un teléfono móvil.
En la actualidad, las llamadas con teléfonos inteligentes a menudo se sustituyen por mensajes de texto. La voz se elimina, junto con todos sus matices, familiaridad… y personalidad. Yo sí tengo un teléfono móvil, y lo uso, pero evito los mensajes de texto como una forma de charla. No porque yo sea moralmente superior, sino porque sigo aferrada a mi viejo teléfono desplegable. Es engorroso enviar mensajes de texto con él, pero me gusta que sea así porque me obliga a no usarlo como mi modo de comunicación predeterminado.
Recuperar un teléfono familiar también puede ser justo la respuesta para los padres que luchan con la decisión de si comprar o no un smartphone para su hijo o hija adolescente. Que “todos sus amigos tienen uno” puede ser precisamente la razón para no dárselo.
Todos hemos visto a alguna familia reunida en una sala de estar o una mesa de restaurante y donde los adolescentes presentes, digamos, no están realmente presentes. Están deslizando y golpeteando con los dedos, mirando embobados sus móviles, tal vez enviando mensajes de texto a un amigo o a un grupo de amigos. En realidad están saliendo de esa habitación con su familia para alimentar una relación con otros que no están físicamente presentes.
Así que si eres es un padre o una madre que busca una respuesta al dilema del móvil con tus hijos o solamente eres una persona que quiere fomentar un mejor sentido de comunidad en tus comunicaciones, plantéate instalar un teléfono fijo. Aquí tienes algunas de las ventajas:
- La calidad de la conexión es a menudo superior a la de los teléfonos móviles.
- No puedes llevar el teléfono fijo a la mesa para mandar mensajes de texto a tus amigos debajo del mantel.
- Como es menos privado, de hecho puede ser más seguro porque es difícil tener conversaciones furtivas.
- Es solamente un teléfono, así que no te preocupas por el uso inapropiado o inseguro de Internet.
- Los niños pueden empezar a usar el teléfono a una edad más temprana. Incluso un niño de cuatro años puede contestar el teléfono y avisar a la persona destinataria de la llamada (“Hola, casa de los López…”).
- Tienes la oportunidad de saber de quién es amigo tu hijo o hija cuando contestas una llamada. Y será bueno para los jóvenes tener la oportunidad de hablar con un adulto.
- Te obliga a hablar con frases.
Como es obvio, esto no resuelve todos los problemas logísticos, como el comunicarte con tus hijos cuando estén fuera, pero hay otras soluciones para eso que no requieren un smartphone. Realmente es posible hacer del teléfono familiar un medio principal de comunicación con los amigos.
De modo que si todavía tienes un teléfono fijo antiguo o te haces con uno, empieza a circular ese número de teléfono entre tus amigos y comprueba si no os sentís más conectados como familia. Si cuaja, todos volveremos a conectarnos con los demás miembros de la familia de nuestros amigos, con los que probablemente no hemos hablado en años.
Republicado con permiso de slowlifegoing.
Hoy celebramos a...