El ciclista colombiano es quinto en la clasificación general y no se rinde: la bicicleta forma parte de su ADN desde que iba a la escuela. El Tour de Francia adquirió un fuerte acento latino con la llegada a meta del colombiano Nairo Quintana en la etapa 17, que constaba de 65 kilómetros entre Bagnères-De-Luchon y el Col du Portet, en pleno Pirineo francés.
En la etapa más corta de todo el Tour, Quintana (del equipo español Movistar) se batió contra los que dicen que no es suficientemente luchador y que, pese a poseer cualidades que hacen pensar en él como un posible Merck, a la hora de la verdad no muestra agallas para desmarcarse del pelotón. Incluso hay quien contabiliza las veces que ha ido de tapado y ha chupado rueda de otro miembro de su equipo.
Pues bien, Nairo ayer dejó muy claro que la montaña es lo suyo y que de algo han servido los miles de idas y venidas en bicicleta por la hermosa y recortada geografía de su país desde que era un niño.
No ha considerado nunca que procediera de una familia pobre pero si humilde, de origen campesino, y eso hizo que Nairo, como muchos “escarabajos” colombianos, emplearan la bicicleta para desplazarse y acudir a la escuela.
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Ayer, cuando quedaban todavía 5 kilómetros para la meta, Quintana se desmarcó del grupo y ya no hubo quien pudiera con él. Hoy se encuentra a tres jornadas del podio para conseguir el maillot amarillo en París y una jornada de montaña, la del viernes 28, en la que podría volver a mostrar los talentos que Dios le regaló.
No abandonó
No en vano, en 2016, cuando acababa de proclamarse ganador de la 19a. etapa del Tour, manifestó que durante toda la jornada había tenido deseos de abandonar por lo mal que se encontraba, por lo que consideraba que había sido “un milagro de Dios” llegar a la meta en primer lugar.
Ganó el Giro de Italia en 2014 y el año anterior había quedado subcampeón en el Tour de Francia. Denuevo volvió a ser segundo en el Tour en 2016 y ese mismo año ganaría la Vuelta a España. Se ha impuesto también en la Vuelta al País Vasco, la Vuelta a Burgos…
En su país es un héroe, un gran escarabajo entre los escarabajos que pedalean por Colombia a diario y hoy participan, como él, en los grandes torneos europeos.
Cuando el Papa Francisco visitó Colombia en septiembre de 2017, Nairo le dedicó unas bellas palabras desde su cuenta de Twitter.
.@Pontifex_es su bendición nos ayudará a fortalecer nuestra fe, con su oración continuaremos constuyendo un mejor país. #BienvenidoFrancisco pic.twitter.com/b4xluYPydI
— NairoQuinCo (@NairoQuinCo) September 7, 2017
Ahora sin duda Nairo está construyendo un país mejor (y un mundo mejor) con cada pedaleo. Si gana será maravilloso, pero si no lo hace (Thomas y Froome no se lo van a poner fácil) su valentía y su espíritu de lucha lo seguirán justificando entre los grandes.