En este momento de salida de vacaciones, aquí una oración a María para que se deslice en su equipaje y los ayude a seguir caminando tras las huellas de su Hijo y los llene de amor para el regreso¿Quién mejor que Su madre para guiar los pasos de los creyentes hacia su Hijo amado, Jesucristo, para buscarlo y acogerlo?
A lo largo del año, hay muchas oportunidades para rezar y honrar a la Virgen María, para pedirle consejo y apoyo. En cualquier circunstancia podemos pedirle que nos ayude a mantener nuestros corazones abiertos a la Palabra de Dios, a ser mejores cristianos.
Y esto también se aplica a las vacaciones, incluso más especialmente, porque el descanso estimula el abandono total, el deseo de llenar el corazón con buenas intenciones para el regreso de las vacaciones.
Y entre estas intenciones, está la de seguir mejor al Señor en las pequeñas y grandes cosas de la vida. Hablar con Su Madre “nos libera y nos santifica”, asegura el papa Francisco en Gaudete et exsultate.
Aquí una oración a María ideal para recitar durante esta pausa:
“Oh, María, madre nuestra,
mantennos cerca de tu Hijo,
guía nuestros pasos hacia Él
a lo largo de este tiempo de vacaciones.
Pon en nuestros corazones el deseo de amarle.
Pon en nuestros corazones el deseo de seguirle.
Pon en nuestros corazones el deseo de hacer que Le amen.Y como Él precede nuestros pasos en nuestros caminos humanos,
enséñanos a reconocerle,
en nuestras casas y barrios,
en nuestras playas y en el corazón de las montañas,
en el desierto o en medio del gentío,
enséñanos a reconocerle para amarle.Enséñanos a encontrarle
en el desconocido o el rechazado,
en quien se marcha y en quien se queda,
en la vida de mi cónyuge o de mis hijos.
Enséñanos a encontrarle para seguirle.Enséñanos a contemplarle,
en los paisajes o en los monumentos,
en el silencio o en la acción de gracias de la Iglesia,
en el Pan de Vida y la amistad compartida.
Enséñanos a contemplarle para hacer que le amen.Oh, María, madre nuestra,
reza por nosotros hoy,
tú que nos mantienes cerca de tu Hijo,
tú que nos guías nuestros pasos hacia Él
a través de este tiempo de vacaciones”.
Por el Padre Xavier Cormary, cura de Carmaux (Francia)