4 ingredientes para pensar y ser eficaz en el mundo de hoy. Todo lo que hacemos, sentimos y queremos está influenciado por nuestro pensamiento.
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Cada época demanda para las personas diferentes exigencias y el siglo XXI no es la excepción. Basta con percibir los cambios surgidos a partir de la globalización y la tecnología para darnos cuenta de la transformación ocurrida en la vida no sólo laboral sino personal y familiar.
A nivel profesional, la exigencia para por el nivel de estudios y el desarrollo estas competencias y habilidades :
- creatividad e innovación,
- pensamiento crítico,
- auto aprendizaje,
- comunicación,
- colaboración y trabajo en equipo,
- adaptabilidad,
- proactividad,
- orientación a resultados,
- liderazgo,
- responsabilidad
- respeto
- habilidades socioculturales
- manejo de la información y de la tecnología.
Si bien todas son muy importantes, en esta ocasión vamos a ver algo sobre el pensamiento crítico, tan indispensable para la vida.
¿Qué es el pensamiento crítico?
En términos generales, el pensamiento crítico tiene que ver con la capacidad para razonar eficientemente, hacer juicios y tomar decisiones así como para resolver problemas.
Hoy en día el mundo gira alrededor de constantes y acelerados cambios. La continua toma de decisiones se enfrenta a una rápida y exagerada cantidad de información la cual hay que saber analizar y seleccionar para elegir lo realmente verdadero y bueno.
Somos seres libres que elegimos a cada instante. Todo lo que hacemos, sentimos y queremos está influenciado por nuestro pensamiento.
Pero, ¿cómo saber si estamos tomando la mejor decisión? Buscamos decisiones que nos lleven a consecuencias positivas por lo que la mejor forma de lograrlo es con una visión crítica acerca de los problemas y oportunidades a enfrentar en la vida.
Cuatro elementos para desarrollar el pensamiento crítico
De acuerdo al estudio de la Foundation for Critical Thinking con sede en California, en una mente crítica existen cuatro aspectos principales para aprender:
1. Claridad en el pensamiento
Muchos problemas surgen por falta de claridad en la información. Es necesario verificar que realmente se entienda lo que se tiene que comprender. Algunas acciones para tener mayor claridad en las ideas:
- Analiza una idea a la vez.
- Elabora una síntesis de lo que hayas entendido, y compártelo con alguien más para corroborar que están entendiendo lo mismo.
- Relaciona el contenido o asunto con tu propio conocimiento o experiencia.
- Usa ejemplos para aclarar o dar soporte a la idea que estás diciendo y asegúrate que los demás las entiendan.
- Confirma con la otra persona que estás entendiendo sus ideas. Pídele que lo explique con otras palabras, dé un ejemplo, o explícale qué entendiste para asegurarte si es correcto.
2. Centrarse en lo relevante
Pensar disciplinadamente evita que la mente divague en asuntos sin importancia. Se trata de centrarse en el tema, tarea o problema principal y en aquello que ayuda a resolverlo. Estar alerta a todo lo relacionado con el asunto concentrando a la mente en la información significativa que necesita para aprender, decidir o solucionar algo.
Algunas preguntas para verificar que el pensamiento se enfoca a lo relevante:
- ¿Estoy centrado en el principal tema, problema o tarea? ¿Es relevante? ¿Cuál es la pregunta clave?
- ¿Cómo puedo asegurarme que la información es exacta y relevante? ¿Estoy desviándome a problemáticas no relacionadas? ¿Considero todos los puntos de vista?
3. Realizar o formular preguntas
Los buenos pensadores constantemente hacen preguntas para comprender y tratar mejor el mundo que les rodea. Cuanto más elaboramos preguntas, más desarrollamos la habilidad para formularlas de una manera más profunda y obtener la información exacta.
Algunas acciones para formular preguntas poderosas o útiles:
- Cuando no entiendas algo, haz una pregunta para aclarar la información.
- Al estar frente a un problema complejo, formula la pregunta de diferentes modos hasta que describa realmente la situación que estás resolviendo.
4. Ser razonable
Los buenos pensadores son capaces de cambiar de idea cuando descubren otra mejor, tienen la disposición para cambiar cuando se les da una buena razón para hacerlo. Saben redefinir la manera de ver las cosas. Están alerta a identificar otra forma mejor de interpretar la información, reconocen la importancia de ésta y de diferentes opiniones o puntos de vista en sus vidas.
Estrategias para ser más razonable:
- Reconocer cuando estás equivocado. Admitir que el otro está en lo cierto.
- Visualizar en la mente que es posible que tus ideas estén mal y puedes cambiar de opinión ante buenas razones.
- Muestra disposición para estar abierto a escuchar otros puntos de vista.