Esta tradición, conocida como la Infiorata, consiste en elaborar verdaderas obras de arte con pétalos de flores, hortalizas, serrín y… ¡sal y azúcar!
Durante todo el fin de semana, los espectadores y peregrinos pudieron admirar sorprendentes composiciones, incluyendo retratos de santos y pontífices como el papa Francisco o Juan Pablo II. Para ello, algunos artistas tuvieron que trabajar toda la noche para estar listos antes de que llegaran los primeros visitantes. La costumbre, restablecida hace 8 años, fue difundida por primera vez por el escultor Gian Lorenzo Bernini hacia 1625.
Este año, con motivo del Coronavirus, ha sido un año especial. Recordamos cómo se vivió la fiesta de san Pedro y san Pablo, el 29 de junio de 2018 se instalaron obras florales en la Via della Conciliazione y en las afueras de Piazza Pius XII, que dan al Vaticano.
Hoy celebramos a...