Los menores eran esclavizados por uno de los grupos jihadistas más sanguinarios del mundo
Las Fuerzas Armadas de Nigeria liberaron a 183 niños entre los 7 y los 18 años secuestrados y esclavizados por el grupo terrorista islamista Boko Haram, una organización jihadista muy activa en el norte del país y en regiones de países vecinos. Se trata de una de las bandas terroristas más fanáticas y sanguinarias de la actualidad.
La operación, llevada a cabo en Maiduguri, noreste del país, fue realizada con la colaboración de Unicef, que trabaja desde hace años junto con las Fuerzas Armadas locales y que, desde 2007, apoya la reintegración económica y social de más de 8.700 niños rescatados de los grupos terroristas. La ayuda consiste principalmente en ayudarlos a encontrar a su familia y reintegrarse en la comunidad, contando con apoyo psico-social, educación, formación profesional y prácticas informales, además de oportunidades para mejorar sus condiciones de vida.
Antes que nada, son víctimas
El director de Unicef Italia, Paolo Rozera, declaró a Vatican News:
“El error que se comete, tal vez por rapidez comunicativa, es definirlos como niños soldado, olvidando que son niños (y adolescentes) de entre 7 y 18 años y que, contra su voluntad, fueron reclutados por los grupos armados. Actúan no solamente en combates, sino también como espías, cargadores y mensajeros, porque son rápidos y pequeños, y muchas veces como ‘novios’ o ‘novias’ de los milicianos. El gran trabajo de la Unicef local es aclarar a los jefes militares de las fuerzas armadas que estos niños son víctimas y no fueron ellos quienes escogieron seguir a los grupos armados, sino que fueron obligados a ello”.
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A partir de Vatican News