El Pontífice recibió a la R.O.A.C.O, la Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias OrientalesEl Papa Francisco desaprueba el comportamiento de quienes dentro de la Iglesia predican la pobreza, pero practican la riqueza. Así, les pidió a todos, comenzando por los obispos, a que se desprendan de las riquezas para ayudar a los hermanos más necesitados.
Lo hizo este 22 de junio de 2018 durante durante la audiencia a R.O.A.C.O, la institución eclesial que se ocupa de las Iglesias orientales sumergidas en el drama de las guerras y la pobreza, especialmente en Medio Oriente.
“Hay, quizás no muchos, pero algunos sacerdotes, algunos obispos, algunas congregaciones religiosas, que profesan pobreza pero viven como ricos”, dijo el Papa, al margen de las hojas preparadas y eligiendo hablar espontáneamente en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, ante los participantes en la R.O.A.C.O, llegados a Roma con motivo de su 91a Asamblea Plenaria que, este año, coincide con el 50° aniversario de la fundación de la institución.
Después de haber entregado a los presentes el discurso preparado para esa ocasión, el Papa ha dirigido una alocución improvisada a los participantes en el encuentro. “Me gustaría que estos epulones, religiosos, cristianos, algunos obispos, algunas congregaciones religiosas, se despojaran de más para favorecer a sus hermanos y hermanas”.
El Obispo de Roma se refirió a la coherencia: “Hay un gran pecado en el Medio Oriente, lo viven la pobre gente que sufre, y es el pecado del deseo de poder, el pecado de la guerra, cada vez más fuerte, incluso con armamento sofisticado. La gente sufre, los niños en Medio Oriente sufren”, continuó el Papa, y también habló de la destrucción de escuelas y hospitales.
Pero “también está nuestro pecado, el de la incoherencia entre la vida y la fe”, lo que significa que, incluso si tenemos disponibilidad, no ayudamos a nuestros hermanos necesitados. La R.O.A.C.O, vive del “poco de los”humildes”, de las ofertas de las “viudas”, continuó el Pontífice, refiriéndose al pasaje del Evangelio en el que una viuda pobre da el único dinero que tiene en oferta.
Por lo tanto, Francisco espera que los “epulones”, presentes también en la Iglesia, den generosamente a los necesitados. Francisco luego acusó a las potencias mundiales: “El Medio Oriente hoy sufre y llora y las potencias mundiales miran hacia el Medio Oriente no con tanta preocupación por la cultura, la vida, la fe de esos pueblos, sino que buscan tomar una pedazo y tener más dominio “.
Y dijo que estaba preocupado por la situación de los cristianos: “Existe el riesgo, no quiero decir la voluntad de alguien, de cancelar a los cristianos. Un Medio Oriente sin cristianos no sería el Medio Oriente”.
En el texto escrito que el Papa no ha leído, pero que ha dado a los miembros de R.O.A.C.O, hay un pasaje claro sobre el estado de Jerusalén: la “identidad y vocación peculiar” de la “Ciudad Santa de Jerusalén” debe ser “preservada más allá” de las diversas tensiones y disputas políticas“.
“¡Que de los santos lugares donde el sueño de Dios se cumplió en el misterio de la encarnación y de la muerte y resurrección de Jesucristo, brote un espíritu de fortaleza renovado que anime a los cristianos de Tierra Santa y Oriente Medio a comprender su vocación específica y a dar razones de la fe y de la esperanza!, ¡Que los hijos y las hijas de las Iglesias Orientales Católicas puedan custodiar su carga profética, de anuncio del Evangelio de Jesús, incluso en los contextos, a menudo, más secularizados de nuestro Occidente, donde llegan como inmigrantes o refugiados!”.