El Pontífice aseguró que el ecumenismo se hace caminando junto con Jesús como un discípulo, pero no como Judas que lo hacía movido por sus propios intereses “El ecumenismo es ‘una gran empresa con pérdidas’. Pero se trata de pérdida evangélica, según el camino trazado por Jesús: «El que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará» (Lc 9,24)”, dijo el Papa Francisco este 21 de junio de 2018 durante su peregrinación ecuménica en Ginebra con motivo del 70 aniversario de la fundación del Consejo Mundial de Iglesias.
“El ecumenismo nos ha puesto en camino siguiendo la voluntad de Jesús, y progresará si, caminando bajo la guía del Espíritu, rechaza cualquier repliegue autorreferencial”, sostuvo Francisco momentos antes de la oración realizada con cristianos de diversas denominaciones, entre ellas mujeres ordenadas en otras iglesias cristianas en el marco de la Oración ecuménica en el Centro Ecuménico de Ginebra.
Después de llegar a Ginebra, el Papa Francisco se dirigió a la sede del Consejo Mundial de Iglesias para pedir a todos los cristianos que aún no están comunión completa de caminar juntos.
Esto significa, “caminar según el Espíritu”, que “es rechazar la mundanidad. Es elegir la lógica del servicio y avanzar en el perdón. Es sumergirse en la historia con el paso de Dios; no con el paso rimbombante de la prevaricación, sino con la cadencia de «una sola frase: amarás a tu prójimo como a ti mismo» (v. 14)”.
El Papa se dirigió a los líderes de 350 Iglesias Cristianas (luteranos, ortodoxos, metodistas, etc,…El Vaticano no hace parte del Consejo, pero si que es auditor privilegiado en las diversas comisiones.
“Las distancias no son excusas; se puede desde ahora caminar según el Espíritu: rezar, evangelizar, servir juntos, esto es posible y agradable a Dios. Caminar juntos, orar juntos, trabajar juntos: he aquí nuestro camino fundamental”, añadió.
Espíritu Santo
Durante su 23° viaje apostólico, el papa Francisco indicó que el camino del diálogo ecuménico pasa por una “continua conversión y la renovación de nuestra mentalidad para que se haga semejante a la del Espíritu Santo”.
“A lo largo de la historia – continuó -, las divisiones entre cristianos se han producido con frecuencia porque fundamentalmente se introducía una mentalidad mundana en la vida de las comunidades: primero se buscaban los propios intereses, solo después los de Jesucristo. En estas situaciones, el enemigo de Dios y del hombre lo tuvo fácil para separarnos, porque la dirección que perseguíamos era la de la carne, no la del Espíritu”.
Repliegue autorreferencial
El Papa señaló que varios intentos para acabar con estas divisiones “han fracasado estrepitosamente, porque estaban inspirados principalmente en una lógica mundana”.
“Pero – insistió – el movimiento ecuménico al que tanto ha contribuido el Consejo Ecuménico de las Iglesias— surgió por la gracia del Espíritu Santo. El ecumenismo nos ha puesto en camino siguiendo la voluntad de Jesús, y progresará si, caminando bajo la guía del Espíritu, rechaza cualquier repliegue autorreferencial”.
Lógica de Judas
Siglos de división que no son fáciles de dejar atrás, así advirtió : “Más difícil aún es resistir a la astuta tentación: estar junto a otros, caminar juntos, pero con la intención de satisfacer algún interés personal”.
Francisco dijo que la lógica del Apóstol de Jesús, no es la de Judas, “que caminaba junto a Jesús, pero para su propio beneficio”.
“La respuesta a nuestros pasos vacilantes es siempre la misma: caminar según el Espíritu, purificando el corazón del mal, eligiendo con santa obstinación la vía del Evangelio y rechazando los atajos del mundo”.
Unidad
“Este camino tiene una meta precisa: la unidad. La vía contraria, la de la división, conduce a guerras y destrucciones. El Señor nos pide que invoquemos continuamente la vía de la comunión, que conduce a la paz.
La división, en efecto, «contradice clara y abiertamente la voluntad de Cristo, es un escándalo para el mundo y perjudica a la causa santísima de predicar el Evangelio a toda criatura» (Unitatis redintegratio, 1).
El Señor nos pide unidad; el mundo, desgarrado por tantas divisiones que afectan principalmente a los más débiles, invoca unidad”, explicó.
Esta mañana, a las 10.30 de la mañana, tras el la ceremonia oficial de bienvenida en el aeropuerto internacional de Ginebra, el Papa y el presidente de la Confederación Suiza, Alain Berset, se reunieron durante 20 minutos en privado en la sala VIP del aeropuerto. Allí, intercambiaron impresiones en privado y después, intercambiaron regalos. El Papa regaló tres encíclicas al mandatario helvético.
Durante el viaje que lo llevaba de Roma a Ginebra señaló a los periodistas que era un viaje hacia la unidad, “con deseos de unidad”. “Gracias por su trabajo y por todo lo que harán por el éxito de este viaje”.